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Francia hoy

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RFI Español

El magacín semanal "Francia hoy" presenta temas de sociedad o política francesa. Profundizamos en cada tema con el análisis de expertos y numerosos testimonios.

317 - Villa Olímpica de París 2024, un laboratorio XXL de los barrios del futuro
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  • 317 - Villa Olímpica de París 2024, un laboratorio XXL de los barrios del futuro

    La Villa Olímpica fue inaugurada en febrero de este año, una obra de construcción colosal para albergar a los atletas y para atletas de París 2024. La villa se ubica en el suburbio de Saint Denis, conocido en el mundo del deporte por tener en su suelo al Stade de France, donde juegan las selecciones nacionales de fútbol y rugby.

    RFI lo invita a pasear por la Villa Olímpica de París 2024. Escuche el reportaje.

    En 2017, el lugar en donde hoy se impone la Villa Olímpica de París 2024, era lugar era una zona desierta, inutilizada, en la que sólo destacaba la Cité du Cinema, un centro cinematográfico dirigido por el director y productor francés Luc Besson. Alrededor de este lugar, un proyecto urbanístico fue tomando vida hasta ocupar una superficie de 53 hectáreas, lo que equivale a unas 70 canchas de fútbol. Hace tres años, circulaban por aquí 500 camiones al día.

    “Hace tres años también caminé por acá y solo había grandes extensiones de terrenos, maquinaria, pesada, obreros”, recuerda el colombiano Gilberto Marín, vecino del sector.

    Gilberto camina por un barrio ultramoderno que cuenta con 3.000 viviendas. Caqui, verde pálido, azul cielo y beige. Su colorida arquitectura contrasta con las urbanizaciones obreras de los alrededores y sus torres de viviendas de bajo costo. Gilberto duerme al frente, pero no podrá acceder a la villa durante los Juegos porque estará cerrada al público. Tampoco tendrán clase los alumnos del colegio Dora Maar. La institución educativa queda prácticamente en el centro de la Villa Olímpica. 

    Desde una de las ventanas del segundo piso del colegio, la profesora de español, Belén López, disfruta del paisaje. “Desde mi aula veo literalmente toda la Villa Olímpica, todos los nuevos edificios de todos los colores, con muchos cristales. Se ven principios de vegetación que quieren poner. Pero también veo la nueva pista ciclable, el carril para los coches y los buses”. 

    Los alumnos de Belén ya recibieron boletas para los Juegos Paralímpicos por parte del Gobierno francés. Las justas son un tema de gran interés en su programa escolar, explica Belén: “Cada año tenemos un proyecto relacionado con los Juegos Olímpicos. Este año, por ejemplo, todas las clases de nuestro colegio tienen un nombre de una ciudad que ha acogido o que va a participar en los Juegos Olímpicos de París 2024. Por ejemplo, hicimos un viaje a Barcelona para que los alumnos pudieran ver cómo evolucionó esa ciudad con los Juegos de 1992. Nosotros a nivel de colegio intentamos que vean cómo cambia su ciudad o su barrio con esta llegada de los Juegos Olímpicos”.

    Adaptar el nuevo barrio al cambio climático

    El encargado de esta obra gigantesca es SOLIDEO. Un establecimiento público francés creado para construir y adecuar los escenarios deportivos necesarios para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024. 

    Antoine Souich, Director de Estrategia e Innovación de SOLIDEO, explica por qué esta villa es un laboratorio XXL para la construcción de las ciudades del futuro: “Hemos conseguido descarbonizar esta villa en un 50% en comparación con la construcción convencional de 2020. Lo logramos con el uso de madera en la estructura de los edificios de máximo 28 metros, con sus fachadas de entramados de madera, el uso de hormigón bajo en carbono así como con una red de calefacción y refrigeración alimentada por energía geotérmica, para no utilizar aire acondicionado. Un sistema refrigerante subterráneo para que los deportistas se mantengan frescos durante la cita olímpica. Hemos dado en este proyecto el paso necesario para alcanzar los objetivos fijados para 2030 por la Estrategia Nacional de Bajas Emisiones de Carbono para el Sector de la Construcción, definido en Francia”.

    Y en uno de los edificios hay una primicia mundial. “Este edificio alberga sistemas que permiten reciclar y recuperar el 100% de las aguas residuales. Hay varios sistemas. Uno de ellos es para clasificar selectivamente la orina y recuperarla como abono. Hay otro para la reutilización completa de las aguas grises, incluida el agua de la cocina para el riego exterior, pero también para inodoros y lavadoras. Se trata de un nivel de reutilización inédito en Francia que ha exigido un gran trabajo técnico técnico”, dice orgulloso Antoine Souich, quien dirigió la visita.

    “En los Juegos Olímpicos de Rio 2016 y en los de Londres 2012 estaban muy preparados, pero no tenían la misma presión por disminuir las emisiones de carbono. Hoy en día hay muchos países que nos solicitan, que vienen a visitar la villa porque hoy todos los países tienen problemas con la huella de carbono,la polución. Entonces quieren saber cómo hacemos para disminuirla a un 47%, de las mejores prácticas en la actualidad”, presume Gérard Wolf, coordinador internacional de Ciudades Sostenibles del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia y miembro del Comité de Innovación de la SOLIDEO.

    Descansar bien para ganar medallas

    Esta zona está atravesada por calles recién pavimentadas. Son paralelas y perpendiculares entre sí para comunicar a unos 40 edificios. Cada uno de ellos fue imaginado por un arquitecto diferente, por lo que no hay uno igual a otro. En cada apartamento pueden pernoctar entre cuatro y ocho personas, cada una en su cama de cartón. El mismo material reciclable fue utilizado en Tokio 2020. 

    La delegación francesa va a descansar muy cerca del gimnasio. Las otras 203 delegaciones ya saben también cuál será su casa durante 20 días. 10.000 atletas y 4.500 atletas con sus acompañantes podrán acceder a servicios como un banco, un café, un supermercado, un peluquero, así como al restaurante más grande del mundo, ubicado en la Cité du Cinema. Puede servir hasta 40.000 comidas al día.

    Quedará un barrio moderno

    Para llegar hasta aquí desde el centro de París se puede tomar las líneas 13 y 14 del metro. Una vez que los Juegos Paralímpicos terminen el 8 de septiembre, se abrirán de nuevo las puertas para que los turistas y habitantes del sector puedan disfrutar de un barrio renovado.

    Christiane Hammelin ya se imagina caminando por aquí cuando quiten el candado. “Yo miro estos pasajes peatonales geniales con sillas alrededor para sentarse y disfrutar de este pequeño jardín que no está nada mal. La vista del río Sena que pasa por aquí es muy bonita y cuando haga buen tiempo con sol lo voy a disfrutar más. Y también hay buenas tiendas”.

    La Solideo recuperará las llaves para adecuar los edificios. Luego serán vendidos o arrendados, como apartamentos y oficinas cerca de la Cité du Cinema y del colegio Dora Maar.

    “La cara del barrio, de la ciudad ha cambiado mucho. Antes estaba abandonada y ahora, con la construcción de nuestro colegio, con la construcción de esta Villa Olímpica, se ha dado un lavado de imagen, se está viendo un barrio bastante moderno”, concluye la profesora de español, Belén López.

    Por su parte el vecino Gilberto Marín, piensa en aprovechar su cercanía con la Villa Olímpica: “ya que vivo aquí tan cerca de por lo menos obtener algún autógrafo de estos deportistas, de lo más famoso que son los que uno siempre busca”. 

    Un reportaje deAna María Ospina desde Le Village Olympique de París 2024. Edición de Pierre Zanutto.

    Wed, 10 Apr 2024
  • 316 - ¿Por qué el campo francés está tan enojado con Macron y la Unión Europea?

    A tan solo tres meses de las elecciones europeas donde los sondeos anticipan el crecimiento de los nacionalismos, el Salón de la Agricultura de París se convirtió en un auténtico escenario de la tensión que se vive en Francia. RFI en español recorrió los pasillos de la Puerte de Versalles para hablar con los actores de un sector económico en plena crisis.  

    Tue, 05 Mar 2024
  • 315 - Visa para un sueño: realidades de los jóvenes latinos que quieren estudiar en Francia

    La cantidad de extranjeros que vienen a estudiar en Francia aumentó un 8% en 2022, es decir, un total de unos 400.000 estudiantes internacionales. Pero en el caso de los latinoamericanos, su llegada ha crecido un 18% en los últimos años. Para muchos de ellos, Europa es la puerta hacia una mejor formación, pero al llegar al país galo muchos se encuentran con un sinnúmero de obstáculos que van desde una burocracia kafkiana hasta el abuso de trabajos precarios.

    Más de 27 millones de jóvenesdejan atrás sus países cada año en busca de mejores oportunidades, según la ONU, pero no todos lo hacen de la misma manera ni enfrentándose a las mismas dificultades. Para muchos jóvenes migrantes latinoamericanos, Europa es el destino en el que podrán acceder a una buena educación y a un futuro mejor, pero al llegar muchos se encuentran con otra realidad; burocracia, trabajos precarios, estafas...

    "Decidí venir a Francia por la vía de au pair. La vida de au pair es bastante complicada. Pensé que sería un intercambio cultural con la familia francesa y yo también mostrar un poco mi cultura, pero no fue nada así. Entre mis amigas lo catalogamos con una “esclavitud moderna”, nos cuenta para RFI, María, una estudiante colombianaresidente en París.  

    No es la única. Miles de jóvenes llegan a Europa por esta vía; ser niñera a cambio de un pequeño salario, un techo y un supuesto intercambio cultural. Una manera más fácil de llegar a Europa, que les permite compaginarlo con los estudios pero para muchas jóvenes acaba convirtiéndose en un infierno: jornadas interminables, trabajos extra que nada tienen que ver con el de niñera, malos tratos...

    La aventura empieza antes de tocar suelo europeo

    En el caso de Francia, antes de llegar, los estudiantes extracomunitarios, es decir, aquellos no europeos deberán presentar una serie de documentos y cumplir una serie de requisitos para poder obtener una visa de estudiante.“Uno de los requisitos básicos es tener unos 615€ mensuales, aproximadamente, en tu cuenta bancaria o mostrar la cantidad total que son entre 7.000 y 10.000€ para demostrar al gobierno que puedes mantenerte sin problema al llegar a Francia”, nos cuenta María e insiste: “a esto hay que sumarle los costos de la institución en la que estudies, los vuelos y los gastos extra, ¡es demasiado!”. Unos 15.000 y 20.000 euros para conseguir esta visa.

    Un primer filtro que acaba siendo la criba decisiva para muchos estudiantes, que se les hace imposible reunir el dinero. A esto, se suman las trabas burocráticas y su lentitud de la que ni siquiera los estudiantes se libran. "En junio tuve problemas con la prefectura para renovar mi visa. Me faltaba un documento que yo no lo podía tener. Tenía que dármelo en la Universidad pero estaban en vacaciones. Estuve viviendo en Francia sin papeles dos meses, con los problemas que eso conlleva”.

    Europa endurece sus leyes migratorias

    2023 fue el año en el que Europa ajustó más la puerta de entrada para los inmigrantes: más burocracia y menos ayudas. Alemania, Italia, Polonia... cada vez son más los países que endurecen sus leyes, y también Francia se suma a esta lista. El pasado mes de diciembre, el país aprobó su nueva ley de migración con el apoyo de la ultraderecha. Una reforma que ha causado una importante crisis en el gobierno, a pesar de que el presidente, Emmanuel Macron, la defiende como “un escudo necesario”.

    Se calcula que el número deestudiantes extranjeros en Francia aumentó un 8% en 2022, es decir, un total de unos 400.000 estudiantes internacionales. En el caso de losestudiantes latinoamericanos,su llegada al país galo ha crecido un 18%, en los últimos años“Las políticas públicas actuales se formulan para frenar estos flujos migratorios, pero ¿qué tal si nosotros abordamos el tema desde el origen? ¿Cuáles son esos factores adversos que obligan a las personas a abandonar sus países de origen? Por ejemplo, aumentar las vías de migración regular, tratar de destinar estas ayudas de la Unión Europea, no para esos países que son receptores de migrantes, sino para desarrollar programas de formación de mano de obra calificada, acuerdos de Cooperación Internacional sobre educación para los países que emiten migrantes", explicaDiana Cristancho, fundadora de FARO para migrantes en Francia.

    Leer tambiénFrancia se alinea con la Unión Europea con una nueva ley migratoria

    No solo Francia, si abrimos el espectro encontramos otros países europeos que han endurecido sus políticas migratorias, como Hungría, con una de las leyes europeas más duras y sancionado por la Unión Europea por estas. También, Eslovaquia y Polonia, quienes se mostraron en desacuerdo con las nuevas políticas europeas de migración aprobadas a finales de 2023 por ser demasiado laxas.

    En Italia, el Gobierno de Georgia Meloni dio luz verde a una normativa que permitía retener en centros migratorios a las personas irregulares hasta 18 meses. Además de firmar un acuerdo con Albania para construir allí centros de recepción de migrantes con la intención de enviarlos fuera del territorio italiano. También Suecia, donde en estos momentos, el gobierno tramita una reforma que incluye, entre otras cosas, la obligación de los funcionarios -médicos incluídos-, a denunciar a los migrantes irregulares.

    Desmotando el idilio europeo

    “Antes de venir pensaba que Europa era más tranquilo, sin inseguridad ni robos, ¡cómo de color de rosas!. Luego llegas aquí y es una cachetada. Aquí también hay problemas. Ningún país es perfecto. Francia también tiene sus dificultades”, nos insiste María.

    El aumento de la inseguridad, la inflación y el endurecimiento de las leyes migratorias están provocando en Europa, un efecto contrario: europeos que migran a Latinoamérica. Un fenómeno que ya vivió un repunte en 2012, cuando181,166 europeos optaron por emigrar a Latinoamérica, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones.

    La mayoría de europeos escogen México como destino. Aunque, algunas asociaciones empiezan a levantar la mano ante el aumento del fenómeno “nómada digital”, es decir, jóvenes que viven en México, pero que teletrabajan para empresas europeas o americanas, pero que fiscalmente, según asociaciones contrarias a este nuevo movimiento, no aportan lo mismo que un local y además contribuyen a la gentrificación. Debido a la demanda de extranjeros, el precio de alquiler en la colonia Condesa, uno de los barrios de Ciudad de México más de moda, pasó de 17,851 a 28,542 pesos al mes. 

    Aunque las cosas en Francia para María mejoran, ella lo tiene claro, si este tercer intento no funciona: "me volveré a Colombia y buscaré otra cosa allí", nos dice. 

    Mon, 19 Feb 2024
  • 314 - ‘En Francia desaparecen 200 explotaciones cada semana’, alerta sindicato agrícola

    A finales de enero los agricultores franceses alzaron su voz, montados en sus tractores, para denunciar difíciles condiciones de vida, sus bajos salarios y un cúmulo de normativas largas y a veces incomprensibles. Para entender mejor su situación, conversamos con Laurence Marandola, portavoz del sindicato Confederación Campesina.

    Laurence Marandola, portavoz del sindicato Confederación Campesina. 

    Usted es criadora de llamas en el suroeste de Francia, cerca de la frontera con España. Aunque su sector es muy específico, usted habla en nombre de los agricultores de su sindicato. ¿A qué se debe el malestar?”.

    El malestar es diverso, tiene expresiones diversas, pero todos compartimos estas dificultades profundas para ejercer nuestro trabajo.  Lo que todos tenemos en común es el tema de nuestros ingresos, de nuestra remuneración como productores y que no tenemos precios que permitan cubrir los costos de producción. Los que recibimos no cubren los costos que tenemos, que a veces aumentan con el precio de la energía y peor, no permiten cubrir la remuneración de nuestro trabajo. 

    No todos, porque es muy diverso en Francia. Algunos agricultores seguimos trabajando gratis, es decir, que no logramos sacar una remuneración mínima al final del mes o del año. Es una situación que no es nueva, pero que se acrecienta cada vez desde hace varios años. 

    También hay un tema administrativo, un montón de papeles. Hay que simplificar el lado administrativo, pero eso no quiere decir que hay que deshacernos de las reglas que nos protegen. Al contrario.

    ¿Cuáles son las diferencias entre los grandes exportadores y los pequeños campesinos en Francia? 

    Hay un sector al que le va muy bien, mientras que hay productores en esta época de porcinos o de cereales a los que les va muy mal. Tenemos casi el 18% al 20% de los campesinos en Francia que viven por debajo del nivel de pobreza y tenemos más de la mitad que están más o menos, apenas llegando a obtener el ingreso mínimo francés. 

    Estas desigualdades son las consecuencia de políticas antiguas que perduran hasta hoy, es decir, de políticas de ultra liberalización de la economía que ponen en competencia a los unos con los otros. Entonces por eso salen adelante los que tienen mercado sostenido, con buenos precios. Y además las políticas públicas, los subsidios públicos a la agricultura están también en Francia dirigidos a estas mismas personas. 

    Hay toda una parte de producciones que están totalmente abandonadas por las ayudas públicas. Es el ejemplo de las frutas, de las verduras, de la miel, de la pequeña ganadería… Entonces acumulamos crisis ecológica, crisis económica y abandono de políticas públicas.

     

     

    Por qué el tema de “recibir buenos precios”, “el precio justo”, es recurrente. ¿Cuál es el problema con las márgenes de ganancia de ustedes los campesinos franceses? 

    El promedio varía según los productos, pero cuando alguien va a un supermercado o a un mercado a comprar un producto, de lo pagan, solamente el 10% vuelve al productor. Entonces vemos que un 90% del valor se le escapa al productor, porque va a la agroindustria, la distribución, la gran distribución y en otras partes de la cadena. Esta cifra es un promedio de todos los productos. Esa cifra muestra que los campesinos son los que menos reciben por su trabajo. 

    Lo otro que sabemos es que desde un poco antes de la pandemia de COVID, ha habido un incremento sensacional de las márgenes de la gran distribución, y más que todo de la agroindustria. Hay grandes firmas, algunas nacionales, otras internacionales, que aún siguen en esta lógica de cada vez intentar aumentar cada vez más los márgenes, y así aumentar los ingresos para sus dirigentes, para sus accionistas. Y no se preocupan de redistribuir, de valorar, de pagar al final el precio al productor. 

     

    Los campesinos somos víctimas de ese sistema.

    ¿Francia tiene que repensar su modelo agrícola?

     

     

    Sí, claramente. Francia tiene que repensar su modelo agrícola, que no es un modelo al final, que hay varios modelos, varias agriculturas en nuestro país. Y que hay una parte de la agroindustria que realmente se come a las demás formas de producción porque son más frágiles y menos apoyadas, menos reconocidas. 

    Creemos que este es un momento muy excepcional para el mundo agrícola. Para nosotros debe ser un momento de refundar muchas cosas, de poner en la mesa cuál es la agricultura queremos, cómo la acompañamos. Es lo que esperamos de este momento para poder salir de la crisis que vivimos ahorita. 

    Hoy se exige una respuesta y no una respuesta de corto tiempo, de respuestas rápidas. Y para la Confederación Campesina esto no significa salir de Europa, al contrario. Es decir, dentro de Europa podemos refundar nuestro modelo y contribuir a que en todo Europa vayamos un poco en el mismo sentido de proteger a los campesinos,  sus ingresos y su salud. Esta es la visión de Europa que tenemos.

    Leer también¿Es el comercio internacional la sentencia de muerte de los agricultores franceses?

    >>> Escuche la entrevista completa. 

    Wed, 07 Feb 2024
  • 313 - Marsella: Amine y la rebelión de las madres (episodio II)

    Una escuela pública abandonada es el centro de operaciones de unas amas de casa que militan por la paz y la justicia social en las barriadas de la periferia norte de Marsella, las grandes olvidadas por el Estado francés. Lideradas por un joven de 20 años, asisten a las madres de victimas de los criminales. También se organizan para expulsar a los traficantes de droga que controlan territorio y población en la periferia de la segunda ciudad de Francia

    "Si no nos levantamos, nadie lo va a hacer por nosotros. Somos las mamás las que ponemos la cara y tomamos el terreno antes de que sea demasiado tarde, mientras todavía estemos de pie", asegura una de las mamás de la Asociación Conciencia, ejemplo del empeño por proteger a las llamadas 'cités' de los distritos XIII y XIV de Marsella donde ellas crian a sus hijos.

    Estas mujeres llevan a cabo estrategias colectivas de superviciencia popular como talleres de cocina y venta de comida a bajo costo para recaudar fondos destinados a  vacaciones colectivas para las madres empobrecidas.

    También ayudan a las personas del vecindario de mayor edad y sin acceso a internet. "Hemos conseguido computadores. Para ser sincera, yo no tengo Internet en casa y ahora todo pasa por Internet,  las ayudas  estatales, la seguridad social. Es complicado. Y lo peor es para las personas mayores.  Entonces, ellos confian en nosotras, nos dan sus  códigos, y les hacemos las diligencias,  declaraciones de renta", cuenta Badra, una de las madres de Conciencia. 

    Teatro de desigualdades sin límite, estos suburbios también son escenario de una sociedad civil que se rebela y se organiza contra la miseria y la violencia rampantes en el norte de la segundad ciudad de Francia.

    Para Francois Sauret, encargado de prevención en la asociación Addap 13, en estos territorios pasa cosas muy significativas pese a que los distritos XIII y XIV concentran los grandes problemas sociales y, en consecuencia, haya más jóvenes con dificultades.

    "¿Son significativas esas cifras? ¿Colosales? No. Es verdad que hay jóvenes con problemas, pero también hay jóvenes que están haciendo muchas cosas por su barriada. La población local también es muy recursiva", afirma este educador de la calle que trabaja con jóvenes de las barriadas del norte de Marsella.

    Guerra y miseria 

    Amine Kessaci tiene 20 años, estudia derecho y es el fundador y presidente de la Asociación Conciencia, creada para yudar a las personas empobrecidas de las barriadas de su ciudad. Después del país entero. En solo dos años y medio, el joven marsellés ha desarrollado una estructura que ya cuenta con 22 antenas en toda Francia.

    "Los ciudadanos debemos tomar conciencia de que tenemos un lugar importante para desempeñar y un rol esencial para encontrar soluciones a los problemas  que enfrentamos. Y las instituciones y los políticos tienen que tomar conciencia que sin nosotros, sin los residentes, no conseguirán nada", dice.

    En 2023, Amine fue premiado como uno de los 35 líderes jóvenes de Francia que hacen del mundo un lugar más justo, solidario y sostenible para las generaciones futuras. De origen argelino, el joven activista nació, creció y habita aún en la Cité Frais Vallon del norteño distrito 13 de Marsella, uno de los barrios más pobres de Francia y de Europa. 

    "Los barrios llevan años abandonados. Viven encondiciones insalubres, con cucarachas, humedad, persianas  y ventanas rotas,  los ascensores están siempre averiados. El propietario nunca responde. Hay tiroteos, se oyen disparos, vemos morir a la gente, hay sangre. Asistimos a escenas de guerra. Las instituciones  no nos responden", relata el joven lider. 

    Estas barriadas del puerto milenario francés están en la lista de las mas pobres de la Union Europea. "Somos  la séptima potencia mundial y una de las prirmeras de Europa.  Y, sin embargo, en nuestros barrios hay gente que vive por debajo del umbral de la pobreza. Hay gente que, a partir del día 20  o 15 del mes no tiene para comer".

    Jóvenes y madres, blanco del crimen

    Desigualdad, insalubridad, racismo. La ausencia del Estado ha servido de abono para graves males sociales.  Y, sobre todo, ha dejado el campo libre para que grupos criminales, ligados al tráfico de droga, controlen territorio y población con una violencia mortífera. Una violencia que, explica Amine, se ensaña de preferencia con los jóvenes y las madres que pierden a sus hijos.

    El vivió en carne propia el drama de las familias que, golpeadas por la muerte, se encuentran solas y desamparadas. Su hermano fue hallado calcinado en un automóvil,una de las tantas víctimas de esa juventud presa de las redes del narcotráfico que gobiernan a sangre y fuego amplias zonas periféricas de Marsella.

    "Ahi  me di cuenta de que nadie apoyaba a estas familias, ni ayudaba a esas madres. Así que creamos un plan de ayuda para todas ellas. Las apoyamos con un psicólogo y un abogado.Ofrecemos a las madres de vicitmas del crimen ayuda económica y apoyo moral. En cuanto hay un asesinato, en cuanto hay una madre que pierde a un hijo, vamos a su casa, le llevamos café y le damos el pésame en compañía de una psicóloga", relata. 

    Para el joven líder la causa de la violencia que gangrena a las familias del norte de Marsella tiene un nombre: exclusión.

    "Las mejores escuelas están en el centro de la ciudad y no nos dejan ir allí. O no tenemos derecho o, en cuanto queremos ir, no hay transporte. Es un verdadera travesia ir desde los barrios  del norte de Marsella a las escuelas. Entonces, uno  llega tarde todas las mañanas y, al cabo de unos meses, pues te expulsan por llegar tarde". 

    El desempleo, una variante clave."La gente dice que los jóvenes no deberían meterse en la droga. Pero, ¿qué se les ofrece a cambio? Nada.  Y si no entra dinero, si no hay trabajo, si no hay propuestas para los barrios, lo único -  ojo, no digo que sea bueno, pero se puede explicar- lo único que existe para ellos es el narcotráfico. 

    Las "narconiñeras" 

    En 2023, el balance de los tiroteos que ensangrientan a Marsella, segunda ciudad de Francia, es escalofriante:50 personas asesinadas. Siete eran menores de edad, otros 18 resultaron heridos en lo que las autoridades llaman “narcohomicidios".  Las mamás de los jóvenes que caen abatidos en el espacio público no comparten la idea de que estos crímenes sean el resultado de ajustes de cuentas entre grupos criminales. Laurence Bellon, juez de menores en Marsella

    Los narcotraficantes no se conforman con ocupar y controlar el espacio público de las barriadas marginales. También se apropian de la intimidad de los hogaresde los niños que trabajan para ellos vendiendo la droga.

    La llave de entrada es la deuda que contraen lo chicos con estas redes, explica Laurence Bellon, jueza de menores en Marsella. Los criminales exigen el reembolso de la deuda obligando a las familias a que sus  apartamentos sirvan de depósito para el tráfico de drogas.Eso es lo que ellos llaman 'la niñera'.

    Incluso llegan a instalarse en las viviendas de estas familias. La jueza relata el caso de un menor de edad, hijo de madre cabeza de familia: "Los narcotraficantes convirtieron en 'niñera' el apartamento de su familia: se instalaron ahí, comían ahí, entraban y salían, eran violentos, rompían todo. La madre tuvo que pedirle a los educadores de la calle que la sacaran de su casa y la llevaran con sus tres pequeños a un albergue". 

    Las mamás contra el narco

    Algunas mamás han decidido recuperar el territorio que les ha sido arrebatado por los grupos criminales. "En mi barrio, nosotras nos movilizamos.  Bajamos, salimos y los sacamos corriendo. Lo hacemos para protegernos y para dar seguridad a nuestro territorio, a nuestro barrio", cuenta Badra. Ella tiene 53 años y habita en La Rose del distrito XIII.

    En cuanto los narcotraficantes llegan a un edificio, los vecinos se avisan entre ellos:"Tocamos el timbre de los otros, nos llamamos y bajamos todos.  También avisamos a la policía. A veces viene e interviene, a veces ni siquiera viene.  No paramos de quejarnos porque no hay iluminación en los parques. En un parque donde no hay luz, no estamos seguros. Si estás ahí, te pueden pegar o más. Y al guardián del edificio lo mataron delante de nuestro bloque. Lo mataron así nomás.Nosotros tuvimos que bajar a darle los primeros auxilios.Estaba en el suelo. Era un joven que también había nacido en el barrio".

    En un territorio controlado por el crimen organizado, la emancipación ciudadana significa poner en peligro la integridad y la vida. " Me golpearon, estaba sangrando y todo. Corría y corría. Además, estoy enferma.  Era gente joven. Yo llevaba el velo puesto y todo. Pero, con velo o sin velo, eso te pasa si te metes a proteger tu barrio, tu edificio, tu bloque. Ensucian todo, ocupan los apartamentos. Son los que venden la droga. Son ellos quieren tomarse el territorio". 

    Para Badra, defender el territorio significa también apropiarse de una identidad y de una historia. Ella tiene dos opciones: la Resistencia o el desarraigo. Badra no abandona.

    "No. Yo no me voy porque mis hijos también quieren quedarse en casa. Ellos tienen recuerdos de su padre. Uno tiene hijos que nacieron en el barrio, vecinos con los que nos conocemos y nos apoyamos. Si debo mudarme es imposible que me conozcan como alguien que ha visto a mis hijos nacer y crecer. Todo el mundo quería hacerme entender que tengo que irme. Pero nunca me fui".

    Demanda contra el Estado francés

    En septiembre de 2021, cuando el presidente Emmanuel Macron visitó la ciudad para anunciar el plan "Marsella en grande", Amine Kessaci cuestionó al mandatario francés la visión de su gobierno para enfrentar los problemas de los barrios del norte de la ciudad.

    "Lo que quiero decirle es que no tiene sentido venir aquí con un plan de París elaborado en un avión o donde sea. Ustedes tienen que construir este plan con nosotros, las asociaciones, los concejales, las familias de las víctimas, porque tenemos un testimonio, una experiencia y una historia muy, muy importante para entregar", argumentaba el chico a un Macron que lo escuchaba atento y perplejo.   

    - Cuántos años tienes, preguntó del presidente. 

    - 17, respondió Amine.

    Ha pasado cerca de un lustro desde que el gobierno Macron lanzara su Plan de “Marsella en grande". Sin embargo, la situación de los barrios del norte ha ido de mal en peor. Decepcionados y enfurecidos, algunos de sus habitantes decidieron demandar al Estado francés ante la justicia. De esa gesta hace parte Amine

     "Queremos que el Estado se vea obligado a actuar. Queremos que el Estado sea condenado por inacción, por haber abandonado los barrios y haber expulsado a la República. El Estado de derecho no existe más en nuestros barrios".

    El joven líder hace alusión a las fronteras invisibles que los grupos criminales imponen en las barriadas a través de barricadas y puestos de control manejados por muchachos de su edad e, incluso, menores.  

    Los medios existen, subraya Amine. Y agrega: "Lo que pasa es que losbarrios importan un bledo porque no votan, porque son inmigrantes, porque ahí viven árabes y negros.

    El gobierno de Nicolas Sarcozy (2007-2012) eliminó la 'policía de proximidad' que tenía una presencia permanente en los barrios. Resultado: la policía ha perdido su poder de disuasión, estima Amine.

    "La policía sólo está para dar palizas. Es enviada solo cuando hay el mierdero total. Yo sueño con ver a agentes de policía en los barrios hablando con la gente, sin necesidad de controlarla, pero con una presencia permanente. Eso restablecería la confianza entre la policía y los jóvenes. La política de represión no sirve para nada. Al contrario, es aún peor".

     

     

     

     

     

     

    Thu, 25 Jan 2024
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