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Ricardo Claure Peñaloza PODCAST

Ricardo Claure Peñaloza PODCAST

Ricardo Claure Peñaloza

Hola, soy Ricardo Claure Peñaloza, pastor y siervo del Dios Eterno por llamamiento sobrenatural y personal de mi Señor Jesús. He dedicado mi vida a la predicación del Evangelio. Y hoy por hoy, te presento este podcast para que tú y tu familia conozcan las promesas del Dios Vivo en sus distintas facetas. Pero además, podrás conocer con detalle la profecía bíblica. Sí, porque Jesús viene pronto, y su iglesia tiene que prepararse para recibirlo. Haz clic en la playlist y comienza a limpiar hoy tu corazón.

898 - "TE AMO, VERBO CREADOR, VERBO ESCRITOR DEL LIBRO DE ANATOMÍA, ASÍ COMO DEL ALMA Y EL ESPÍRITU" CAPÍTULO 2 Parte 2
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  • 898 - "TE AMO, VERBO CREADOR, VERBO ESCRITOR DEL LIBRO DE ANATOMÍA, ASÍ COMO DEL ALMA Y EL ESPÍRITU" CAPÍTULO 2 Parte 2

    «A través de este mensaje podrás alimentarte y recibir más del Dios de la Biblia, de Jesús de Nazareth; desde su Trono, en su inmensa Majestad, semejante Dignidad a la cual el Señor nos permite entrar en su Santísimo Lugar.

    Poder levantar las manos y que Él nos pueda levantar como a niños chiquitos, insignificantes ante su Grandeza; podernos sentar en su regazo y amarlo y adorarlo, y apoyar nuestras mejillas en su costado, mojando sus vestiduras con nuestras lágrimas de amor; amarlo y mirarlo a los ojos, expresándole amor y adoración. Estar de pie, frente a Él, y verlo en su verdadera Majestad, en su Dignidad, en su Inmensidad, y poder entender tantas cosas: cómo Él pudo obrar en lo oculto del vientre de nuestra madre y nos hizo, nos dio forma.

    Es algo hermoso lo que hemos podido vivir, para luego continuar con este segundo mensaje, que se constituye en un complemento; un mensaje cantado que se dio como continuación de lo que vivimos en la noche de Shabath, en el culto a nuestro Dios de los embriones que miraron sus ojos.

    Y no solamente eso, sino algo que está en mi interior y nunca podré olvidar en todos los días de mi vida: sentir que siendo una masa informe, experimentaba un movimiento como de gelatina; y poder entender, mientras predicaba, que era lo que yo sentía siendo embrión, siendo “golem”, mientras Él me hacía y me daba forma. Y al testificar esto, está en mi interior ese movimiento, siendo una masa informe, y lo tengo dentro de mí. Es Él quien en su eternidad me llevó en ese instante a aquellos momentos de gestación en el vientre de mi madre; a quien ayer, al anochecer, pude ir a ver, y tomar sus manos y besarla; besar su frente, besar sus sienes, y expresarle mi amor, mientras lloraba; porque podía entender que ahí estaba la tierra donde el Señor me había hecho, en lo profundo de ella, en su vientre. Y la amaba, y lloraba al verla ya con tantos años que el Señor le ha dado, más de 90 años, y aún el Señor le alarga el número de sus días sobre la tierra, como yo oraba y pedía al Señor desde 1996, en relación a mis padres: “Señor, completa el número de sus días, dales el número de sus días, largura de días”.

    La Palabra nos dice que son 80 años en los más robustos, y el Señor le dio a mi papá 90 años y 1 mes; 10 años y 1 mes más, conforme a nuestra forma de medir el tiempo, el calendario gregoriano de uso internacional. Esto es hermoso.

    Y cada uno, cada una, mientras puedan hacerlo, mientras tengan a sus papás vivos, y si es posible hoy mismo, vayan y exprésenles amor con todo su corazón. El primer Mandamiento con promesa es honrar al papá y a la mamá, para que en todo te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

    Y el término “honrar”, por supuesto que implica el amar; porque cuando se ama se honra. Y eso es lo que tú debes hacer: honrar a tu papá, a tu mamá. Tomar sus manos y darles amor besando sus manos, besando sus sienes, sus mejillas. Como también recuerdo que yo hacía ayer por la tarde, sentado al lado de mi mamá: besaba su frente. Mi mamá ya viejecita, y yo no podía impedir que salgan lágrimas de mis ojos, amándola a ella en la Presencia de mi Dios, de nuestro Dios, reconociendo que Él me había hecho en el vientre de ella, y sentir ese movimiento, que nunca lo olvidaré, como una masa, una gelatina; como cuando se sacude la gelatina. Que es lo que puedo de alguna manera utilizar para expresar lo que sentí, que yo era esa gelatina, esa masa informe. Y mientras yo la besaba a ella y lloraba, estaba eso en mi interior, y me quebrantaba comprender que había estado adentro de ella».

    Pr. Ricardo Claure Peñaloza

    PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE… PARA TESTIMONIO A TODAS LAS NACIONES


    Mon, 18 Sep 2023 - 1h 29min
  • 897 - "TE AMO, VERBO CREADOR, VERBO ESCRITOR DEL LIBRO DE ANATOMÍA, ASÍ COMO DEL ALMA Y EL ESPÍRITU" CAPÍTULO 2 Parte 1

    «A través de este mensaje podrás alimentarte y recibir más del Dios de la Biblia, de Jesús de Nazareth; desde su Trono, en su inmensa Majestad, semejante Dignidad a la cual el Señor nos permite entrar en su Santísimo Lugar.

    Poder levantar las manos y que Él nos pueda levantar como a niños chiquitos, insignificantes ante su Grandeza; podernos sentar en su regazo y amarlo y adorarlo, y apoyar nuestras mejillas en su costado, mojando sus vestiduras con nuestras lágrimas de amor; amarlo y mirarlo a los ojos, expresándole amor y adoración. Estar de pie, frente a Él, y verlo en su verdadera Majestad, en su Dignidad, en su Inmensidad, y poder entender tantas cosas: cómo Él pudo obrar en lo oculto del vientre de nuestra madre y nos hizo, nos dio forma.

    Es algo hermoso lo que hemos podido vivir, para luego continuar con este segundo mensaje, que se constituye en un complemento; un mensaje cantado que se dio como continuación de lo que vivimos en la noche de Shabath, en el culto a nuestro Dios de los embriones que miraron sus ojos.

    Y no solamente eso, sino algo que está en mi interior y nunca podré olvidar en todos los días de mi vida: sentir que siendo una masa informe, experimentaba un movimiento como de gelatina; y poder entender, mientras predicaba, que era lo que yo sentía siendo embrión, siendo “golem”, mientras Él me hacía y me daba forma. Y al testificar esto, está en mi interior ese movimiento, siendo una masa informe, y lo tengo dentro de mí. Es Él quien en su eternidad me llevó en ese instante a aquellos momentos de gestación en el vientre de mi madre; a quien ayer, al anochecer, pude ir a ver, y tomar sus manos y besarla; besar su frente, besar sus sienes, y expresarle mi amor, mientras lloraba; porque podía entender que ahí estaba la tierra donde el Señor me había hecho, en lo profundo de ella, en su vientre. Y la amaba, y lloraba al verla ya con tantos años que el Señor le ha dado, más de 90 años, y aún el Señor le alarga el número de sus días sobre la tierra, como yo oraba y pedía al Señor desde 1996, en relación a mis padres: “Señor, completa el número de sus días, dales el número de sus días, largura de días”.

    La Palabra nos dice que son 80 años en los más robustos, y el Señor le dio a mi papá 90 años y 1 mes; 10 años y 1 mes más, conforme a nuestra forma de medir el tiempo, el calendario gregoriano de uso internacional. Esto es hermoso.

    Y cada uno, cada una, mientras puedan hacerlo, mientras tengan a sus papás vivos, y si es posible hoy mismo, vayan y exprésenles amor con todo su corazón. El primer Mandamiento con promesa es honrar al papá y a la mamá, para que en todo te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

    Y el término “honrar”, por supuesto que implica el amar; porque cuando se ama se honra. Y eso es lo que tú debes hacer: honrar a tu papá, a tu mamá. Tomar sus manos y darles amor besando sus manos, besando sus sienes, sus mejillas. Como también recuerdo que yo hacía ayer por la tarde, sentado al lado de mi mamá: besaba su frente. Mi mamá ya viejecita, y yo no podía impedir que salgan lágrimas de mis ojos, amándola a ella en la Presencia de mi Dios, de nuestro Dios, reconociendo que Él me había hecho en el vientre de ella, y sentir ese movimiento, que nunca lo olvidaré, como una masa, una gelatina; como cuando se sacude la gelatina. Que es lo que puedo de alguna manera utilizar para expresar lo que sentí, que yo era esa gelatina, esa masa informe. Y mientras yo la besaba a ella y lloraba, estaba eso en mi interior, y me quebrantaba comprender que había estado adentro de ella».

    Pr. Ricardo Claure Peñaloza

    PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE… PARA TESTIMONIO A TODAS LAS NACIONES


    Mon, 18 Sep 2023 - 1h 27min
  • 896 - "CULTO A NUESTRO DIOS CREADOR DE NUESTROS EMBRIONES QUE MIRARON SUS OJOS" CAPÍTULO 1

    Escrito está: “Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos”. ‭‭ (Salmos‬ ‭119:73)‬. “Porque Tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!”. ‭ (Salmos‬ ‭139:13-17‬).‬‬

    Y así se reveló en nuestro interior, en cada sencillo corazón; es nuestro Dios Hacedor de bebés siendo aún una masa informe (sin forma) —un “golem”, un embrión—, desde el mismo instante de la concepción. Un Formador de cada órgano, de cada color de piel, de ojos, de las facciones y de todo lo que tendrán los bebés al nacer; un Tejedor de cada tejido que hay en la carne, en los huesos. Es solamente Él —nuestro Verbo de Dios— quien lo puede hacer con el Poder de su Amor.

    Y lo más hermoso fue sentir movimientos en mi cuerpo, en mi masa informe mientras Él me manipulaba, mirándome con sus ojos con fulgor de Dulzura y Amor, llevándome —en su eternidad— a esos instantes en lo oculto del vientre de mi madre. Aún siento en mi propio ser, en mi corazón del alma, teniendo la edad que tengo, la sensación de movimiento en mi masa informe, en esos segundos, en el tiempo en que me permitió sentir esto, haciéndome entender, con completa seguridad, que ese movimiento se daba porque Él me estaba haciendo, formando con sus manos, mientras Él me miraba con sus ojos de llama de Fuego de Amor, dulce Amor, dulce Ternura, contenida en un fulgurar, en un resplandor.

    Así Él nos entretejió en lo oculto del vientre de nuestra madre.

    Se reveló además como un Dios Diseñador de todo nuestro ser, en espíritu, alma y cuerpo. Y todo este diseño lo escribió previamente en un libro; ¡es un Dios Escritor! Un Dios Escritor del Diseño del hombre, como es, conforme a su imagen y semejanza. “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. ‭‭ (Génesis‬ ‭1:26‬ a, b).

    Él escribió un libro de Anatomía Humana —el más complejo y completo que debe existir—. Los libros de Anatomía Humana escritos por el hombre son figura y sombra de su Libro más completo, escrito sentado en su Trono. Libro, en el que además está diseñada nuestra alma y nuestro espíritu, que constituyen nuestras regiones celestes, nuestras regiones que no se ven, que son intangibles, que nos hacen parte de su eternidad, al tener cosas eternas: el alma, el corazón del alma, la mente del alma, las emociones del alma, la voluntad del alma, el espíritu, con todas sus funciones: adoración, conciencia, discernimiento espiritual, oración, canción, etc. “... Pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”. (‭‭2º Corintios‬ ‭4:18‬b)

    Él ha puesto eternidad en nuestro corazón del alma: “Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”. (‭‭Eclesiastés‬ ‭3:10-11)‬‬

    En el culto de Shabath pudimos conocer un poco más a nuestro Dios. Y esto como resultado del Nuevo Pacto sellado con su sangre en la cruz. “Éste es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré”. (‭‭Hebreos‬ ‭10:16)‬‬.

    Que nuestro Dios de los embriones bendiga mucho sus vidas.

    Pr. Ricardo Claure Peñaloza, 4 de agosto de 2018, 07:58 a. m. - BOT (Bolivian Time).

    PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE... PARA TESTIMONIO A LAS NACIONES


    Mon, 18 Sep 2023 - 2h 18min
  • 895 - SALMOS 119:89-96, En mi aflicción y mi sed me diste de beber Aguas de debajo de tu Trono por tu Santo Espíritu - Parte 2

    “Este mensaje es para ti, que estás en medio de la aflicción, en medio del dolor; sea en tu alma, en tu corazón o en tu cuerpo. Es para ti, que sientes vacío en tu vida y falta de paz. Es para ti, que al despertar cada mañana, sientes soledad, más vacío y sequedad.

    Y es en medio de tu dificultad, en medio de tu soledad, mientras avanzas por ese camino pedregoso, por ese camino sinuoso hacia la Patria Celestial, viviendo y experimentando circunstancias adversas y problemas, que debes buscar la Presencia de tu Padre Celestial, de tu Padre Bueno, de tu Dios Inmensamente Grande; porque en su Inmensidad Él no te dejará solo.

    Tu confianza debe estar puesta en Él; y debes buscar su rostro día a día, adorándole y expresándole tu amor en medio de tu aflicción.

    Es necesario que en medio de ese desconsuelo, sintiendo sed en tu interior, busques la Presencia del Verbo de Dios, de tu Creador, de Jesús de Nazareth, entres a su Santísimo Lugar, hables con Él, y empieces a beber y beber de esas Aguas de Vida que corren de debajo de su Trono, que salen de Él, del Cordero Inmolado. Siendo barro en sus manos, empápate de Él, de un Dios lleno de Fidelidad, un Dios Alfarero, un Dios que te dará de beber Aguas llenas de Vida. Y así te ha de perfeccionar, y todo tu ser: espíritu, alma y cuerpo llegará a la perfección del hombre celestial. Ahora nosotros estamos en lo terrenal, pero seremos revestidos de la inmortalidad, de lo perfecto. Y por eso es necesario buscarlo a Él en todo momento y para siempre, y estar en la Presencia de nuestro Dios, teniendo su Palabra en nuestra vida, en los cielos, de los cuales somos ciudadanos por la fe.

    Y es donde buscamos a nuestro Dios, en los cielos, en Sion, dejando lo terrenal y buscando lo celestial, para poder salir de la aflicción, para poder salir de las circunstancias adversas; inclusive cuando nos están rodeando para destruirnos, debemos permanecer firmes, yendo adelante, considerando los testimonios de Él revelados en nuestras vidas, recordando que somos testigos de Él.

    La Palabra nos anuncia que más adelante vendrá un tiempo de aflicción, de llanto, de lamento, y el mundo se alegrará; pero aunque nosotros estemos tristes, esa tristeza se convertirá en Gozo. Serán los últimos dolores de parto; porque cuando hayamos sido perfeccionados para llegar a la plenitud de Jesús en nuestras vidas, ya no nos acordaremos de la angustia, por el Gozo que tendremos de haber sido perfeccionados y revestidos de su Gloria en cuerpo inmortal.

    Y esa debe ser nuestra esperanza: que a pesar de la tristeza y la aflicción, vamos a volver a ver a nuestro Creador, a nuestro Redentor. Lo que nos impide es nuestra carne y sangre; porque carne y sangre no puede heredar el Reino de Dios. Por eso, estando nosotros en este estado terrenal no podemos estar en el Reino de Dios en plenitud, en perfección; pero sabemos que vamos a ser transformados, y esto terrenal ha de ser transformado en celestial; y en cuerpo celestial lleno de la Gloria del Dios de Israel, vamos a volver a ver a nuestro Dios, y seremos revestidos de ese Amor infinito que sobrepasa todo entendimiento.

    No podemos despreciar algo tan grande.

    No permitas que la aflicción te sumerja en depresión, en soledad, en tristeza, en desolación; sube a la Presencia de nuestro Dios, Él te dará de beber de su Espíritu Santo, y te levantarás, en el nombre de Jesús de Nazareth”.

    Pr. Ricardo Claure Peñaloza


    PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE… PARA TESTIMONIO A LAS NACIONES


    Mon, 18 Sep 2023 - 1h 32min
  • 894 - SALMOS 119:89-96, En mi aflicción y mi sed me diste de beber Aguas de debajo de tu Trono por tu Santo Espíritu - Parte 1

    “Este mensaje es para ti, que estás en medio de la aflicción, en medio del dolor; sea en tu alma, en tu corazón o en tu cuerpo. Es para ti, que sientes vacío en tu vida y falta de paz. Es para ti, que al despertar cada mañana, sientes soledad, más vacío y sequedad.

    Y es en medio de tu dificultad, en medio de tu soledad, mientras avanzas por ese camino pedregoso, por ese camino sinuoso hacia la Patria Celestial, viviendo y experimentando circunstancias adversas y problemas, que debes buscar la Presencia de tu Padre Celestial, de tu Padre Bueno, de tu Dios Inmensamente Grande; porque en su Inmensidad Él no te dejará solo.

    Tu confianza debe estar puesta en Él; y debes buscar su rostro día a día, adorándole y expresándole tu amor en medio de tu aflicción.

    Es necesario que en medio de ese desconsuelo, sintiendo sed en tu interior, busques la Presencia del Verbo de Dios, de tu Creador, de Jesús de Nazareth, entres a su Santísimo Lugar, hables con Él, y empieces a beber y beber de esas Aguas de Vida que corren de debajo de su Trono, que salen de Él, del Cordero Inmolado. Siendo barro en sus manos, empápate de Él, de un Dios lleno de Fidelidad, un Dios Alfarero, un Dios que te dará de beber Aguas llenas de Vida. Y así te ha de perfeccionar, y todo tu ser: espíritu, alma y cuerpo llegará a la perfección del hombre celestial. Ahora nosotros estamos en lo terrenal, pero seremos revestidos de la inmortalidad, de lo perfecto. Y por eso es necesario buscarlo a Él en todo momento y para siempre, y estar en la Presencia de nuestro Dios, teniendo su Palabra en nuestra vida, en los cielos, de los cuales somos ciudadanos por la fe.

    Y es donde buscamos a nuestro Dios, en los cielos, en Sion, dejando lo terrenal y buscando lo celestial, para poder salir de la aflicción, para poder salir de las circunstancias adversas; inclusive cuando nos están rodeando para destruirnos, debemos permanecer firmes, yendo adelante, considerando los testimonios de Él revelados en nuestras vidas, recordando que somos testigos de Él.

    La Palabra nos anuncia que más adelante vendrá un tiempo de aflicción, de llanto, de lamento, y el mundo se alegrará; pero aunque nosotros estemos tristes, esa tristeza se convertirá en Gozo. Serán los últimos dolores de parto; porque cuando hayamos sido perfeccionados para llegar a la plenitud de Jesús en nuestras vidas, ya no nos acordaremos de la angustia, por el Gozo que tendremos de haber sido perfeccionados y revestidos de su Gloria en cuerpo inmortal.

    Y esa debe ser nuestra esperanza: que a pesar de la tristeza y la aflicción, vamos a volver a ver a nuestro Creador, a nuestro Redentor. Lo que nos impide es nuestra carne y sangre; porque carne y sangre no puede heredar el Reino de Dios. Por eso, estando nosotros en este estado terrenal no podemos estar en el Reino de Dios en plenitud, en perfección; pero sabemos que vamos a ser transformados, y esto terrenal ha de ser transformado en celestial; y en cuerpo celestial lleno de la Gloria del Dios de Israel, vamos a volver a ver a nuestro Dios, y seremos revestidos de ese Amor infinito que sobrepasa todo entendimiento.

    No podemos despreciar algo tan grande.

    No permitas que la aflicción te sumerja en depresión, en soledad, en tristeza, en desolación; sube a la Presencia de nuestro Dios, Él te dará de beber de su Espíritu Santo, y te levantarás, en el nombre de Jesús de Nazareth”.

    Pr. Ricardo Claure Peñaloza


    PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE… PARA TESTIMONIO A LAS NACIONES


    Mon, 18 Sep 2023 - 1h 26min
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