Llamada Final Zoé

En el Evangelio según San Mateo, capítulo 22, Jesús comparte la parábola del banquete de bodas, una historia rica en simbolismo y lecciones para sus seguidores. Esta parábola no es sólo una historia; es una profunda ilustración del Reino de los Cielos y de la invitación de Dios a la humanidad.

En el centro de esta narración está la cruda descripción de un hombre que se encuentra excluido del banquete, no por falta de invitación, sino por falta de atuendo apropiado. Ps. Emmanuel nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de nuestra preparación para entrar en el Reino de Dios. Sugiere que existe, en efecto, un "código de vestimenta" específico para participar en la celebración divina.

Al reflexionar sobre nuestra percepción de Dios, es fascinante observar cómo a menudo lo vemos más como un juez que como nuestro Padre.

Sin embargo, Jesús nos ofreció un profundo cambio de perspectiva cuando nos enseñó a orar. No nos enseñó a acercarnos a Dios con miedo o temor, sino con intimidad y afecto, diciendo: 'Padre nuestro que estás en los cielos'.

Esta sencilla pero profunda invocación nos anima a ver a Dios no como un juez distante que espera para condenarnos, sino como un Padre amoroso, deseoso de escucharnos, guiarnos y abrazarnos.

A veces, podemos sentir que nos hemos alejado demasiado de la gracia de Dios, creyendo que nuestros pasos nos han llevado más allá de Su alcance. Pero, recordemos la profunda historia del profeta Oseas y Gomer. El amor inquebrantable de Oseas por Gomer, a pesar de su extravío, refleja maravillosamente cómo el amor de Dios por nosotros nunca falla. 

Muchas guerras en el mundo han sido ganadas gracias a espías encubiertos que se infiltran en el campamento contrario, dándoles así una ventaja sobre el enemigo.

También nosotros tenemos una ventaja encubierta que Dios ha puesto en nosotros para tener la victoria en esta guerra.

En nuestro mundo acelerado, es fácil verse atrapado en una rutina que se parece más a existir que a vivir de verdad. Te levantas, sigues la rutina diaria, comes, duermes y repites.

A primera vista, parece que la vida sigue su curso, pero si te paras a reflexionar, puede que te preguntes: ¿Estoy realmente vivo o sólo existo? Ps. Emmanuel nos invita reflexionar, a dejar de solo existir y empezar a vivir la vida que Dios diseñó para nosotros.

¿Alguna vez te has encontrado dudando de los momentos extraordinarios de tu vida, descartándolos como meras coincidencias? El Ps. Ernesto Aguirre nos comparte un mensaje basado en Hechos 12:9 que nos enseña una lección importante a través de la historia de Pedro, quien, incluso cuando estaba siendo milagrosamente sacado de la cárcel por un ángel, pensó que estaba viendo una visión.

Es un poderoso recordatorio de que, a veces, en nuestra vida cotidiana, los milagros ocurren a nuestro alrededor -grandes o pequeños- y podemos dejarlos de lado, pensando que son sólo producto de nuestra imaginación. Intentemos ser más conscientes y agradecidos por estos momentos, reconociéndolos como las bendiciones que realmente son. 

La fe no consiste siempre en creer que se producirán milagros, sino en aferrarse a la perseverancia cuando cada fibra de nuestro ser anhela sucumbir a la duda. Es en los momentos en que la esperanza parece una frágil vasija en medio de los torrentes de la adversidad cuando se evalúa la verdadera medida de la fe: la fe en que la lucha tiene un significado, en que cada fase es temporal y en que la resistencia traerá consigo el crecimiento y la perspicacia.

Esta fe de la que hablamos no elimina el dolor de las dificultades, ni borra la incertidumbre que acompaña al cambio. En cambio, ofrece un compromiso inquebrantable de seguir avanzando, paso a paso, confiando en que cada estación tiene su propósito. 

Cultivar la fortaleza mental es un aspecto central del desarrollo personal y espiritual. Un error común entre muchos creyentes es esperar una vida más fácil al abrazar la fe. Sin embargo, como señala articuladamente el Ps. Emmanuel, el objetivo de la fe no es simplificar nuestro camino, sino fortalecer nuestra resiliencia. 

Cuando la Biblia menciona que somos "más que vencedores" subraya la capacidad de superar las dificultades, no evitándolas, sino conquistándolas. Es un poderoso recordatorio de que no sólo debemos resistir, sino prevalecer con gracia y fortaleza.

Una de las formas en la que Dios nos bendice, es que Él envía personas a nuestra vida para que sean de bendición. Pero cuando el enemigo quiere distraernos del propósito de Dios, también envía personas a nuestra vida. El arte del discernimiento es, por tanto, una habilidad crucial para navegar por las complejidades de las relaciones humanas.

En este ultimo mensaje de nuestra serie, el Ps. Emmanuel Garduño nos habla de como saber cuándo poner fin a una relación que nos desvía del propósito De Dios, y es tanto un acto de valentía como de fe.

Luis Morales Jr. nos comparte un mensaje inspirador. Creer en Dios no es solamente una línea recta y unilateral, se trata de que, de haber un crecimiento, y ese crecimiento se verá reflejado en los frutos, como lo dice la palabra, nosotros somos los pámpanos y el Señor es la Vid, apartados de Él no podremos dar fruto.

En esta segunda semana de nuestra serie enfocada en relaciones personales, Ps. Paola Cancino nos habla acerca de como amar a aquellas personas que tienen un ojo crítico; como enfrentar las criticas de personas que no siempre lo hacen con una mala intención. A veces la mejor forma de responder a las críticas, es simplemente no responder.

Dios nos manda amar a nuestro prójimo, pero siendo honestos, hay personas que son más difíciles de amar que otras. Amar a quienes son fanáticos del control en nuestras vidas es un reto que requiere paciencia, comprensión y límites claros.

La clave está en reconocer que su necesidad de control suele tener su origen en miedos o inseguridades profundamente arraigados. Al igual que Jesús amó a Pedro a pesar de su intento de desviarle del camino que le había destinado, nosotros podemos ser compasivos con los "Pedros" de nuestras vidas sin perder de vista nuestro propio propósito y vocación.

En el umbral de un nuevo capítulo, es fácil dejarse llevar por la idea de "un año mejor". Pero este año nuestra visión va más allá de los próximos 365 días. No se trata de encender una llama fugaz, sino de avivar el don que Dios ha infundido en nosotros.

En este mensaje de cierre de la serie "Mejores", Ps. Emmanuel nos anima a que este año todos seamos cuidadores diligentes del fuego del don que Dios ha puesto en nosotros, permitiendo que la poder de Dios, "porque Dios nos dio un espíritu, no de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio", nos guíe.

El objetivo no es encender una llama efímera, sino alimentar un calor duradero que nos guíe, ilumine nuestro camino y reconforte a quienes nos rodean. Se trata de avivar las brasas de la pasión, la fe y el propósito con los que cada uno de nosotros ha sido bendecido.

Todos tenemos un “cuarto secreto” dentro de nuestro corazón. Un lugar en donde guardamos los más obscuros pensamientos, deseos, recuerdos, experiencias y esperamos que nadie abra esa puerta por temor a lo que puedan encontrar. Pero si queremos ser libres, debemos abrir esa puerta y dejar que Dios cambie nuestro corazón. «No puedes cambiar aquello que no quieres confrontar».

En la segunda semana semana de esta serie de mensajes "Mejores", el Ps. Emmanuel habla de como los lazos familiares pueden moldearnos profundamente, cargando con historias, rasgos y, tristemente, a veces con el peso de errores pasados. Éxodo 20:5 aborda un concepto difícil: la forma en que los pecados pueden propagarse de generación en generación, cayendo sobre hombros que nunca soportaron la carga original.

Aunque el versículo habla de continuidad, no significa inevitabilidad. Tenemos la oportunidad de liberarnos de esos "Lazos Familiares". ¿Cómo? A través de la gracia y el amor transformador de Jesucristo.

Apreciemos nuestra herencia, pero no seamos prisioneros de ella. Honremos a nuestra familia, pero también construyamos nuestro propio legado de amor, perdón y justicia con Jesús como guía.

En este nuevo año, necesitamos aprender a tomar mejores decisiones, el pasaje de Santiago 4:5 puede servirnos de recordatorio para evaluar adónde nos llevan esas decisiones. ¿Nos estamos volviendo más egoístas, orgullosos o crueles en nuestras búsquedas? ¿Están contradiciendo la esencia del amor, la misericordia y la humildad? ¿O estamos tomando decisiones que reflejan las virtudes atribuidas a una vida que sigue a Dios, como la compasión, la integridad y el desinterés?

En este mensaje, Ps. Emmanuel nos habla que decidir entre seguir a Dios o seguir al mundo NO significa retirarse de la sociedad o renunciar a todas las cosas materiales; más bien, habla de los motivos subyacentes, los objetivos y los métodos con los que vivimos nuestras vidas. Se trata de dar prioridad a los valores que se alinean con el crecimiento espiritual y evitar los que refuerzan el egoísmo o la indiferencia hacia el bienestar de los demás.

Al abrazar el nuevo comienzo que viene con un nuevo año, es un momento oportuno para reflexionar sobre la colocación de nuestras prioridades y considerar la adopción de una nueva perspectiva que se centra en poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas.

La historia de Rut, entretejida en los campos de la dificultad y la incertidumbre, nos enseña el poder perdurable de la esperanza frente a la adversidad. En esta segunda semana de "El Libro De Rut" Ps. Emmanuel nos lleva a reflexionar sobre la pregunta: ¿y si nuestra bendición está justo delante de nosotros, esperando a ser reconocida en medio de las pruebas y tribulaciones que nos rodean? A través de un análisis profundo y de anécdotas cercanas, descubrimos el potencial transformador de abrazar un espíritu de optimismo inquebrantable, incluso en las épocas más difíciles de nuestra vida.

Tomamos decisiones todo el tiempo. Y aunque no siempre parezcan importantes, una decisión puede cambiar la trayectoria de tu vida entera. ¿Cómo sabes qué decisión tomar? ¿O cuándo es mejor quedarse o alejarse? En este mensaje "Simples Decisiones", Ps. Emmanuel nos habla de las grandes repercusiones, aún en simples decisiones.

A menudo definimos nuestras vidas por los grandes momentos. Pero la mayor parte de nuestras vidas se compone de capítulos ordinarios. Puede que no parezcan significativos, pero al final acaban cambiándolo todo. En nuestra nueva serie, El libro de Rut, descubriremos la belleza oculta de los pequeños momentos de la vida.

La fe y la superstición son dos nociones claramente distintas. La fe, es una confianza segura en Dios y en sus promesas. La superstición, sin embargo, suele basarse en rituales, presagios y suerte.

Desafortunadamente, como cristianos a veces podemos desviarnos de la fe hacia la superstición, confiando más en nichos, presagios o rituales que en Dios.

Dios ya te ve por lo que realmente eres. En "Busca El También En Tu Vida", el pastor Emmanuel Garduño nos enseña que el plan de Dios para nuestras vidas está más cerca de lo que creemos.