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667 - La humanidad, morada de Dios
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  • 667 - La humanidad, morada de Dios









    26/04/2024 – En el evangelio de hoy encontramos la expresión de Jesús “en la casa de mi Padre hay muchas moradas”. ¿Cuál es la casa del Padre? La humanidad, y es allí donde el Señor vino a poner Su morada.” ¿Dónde buscar a Dios sino en el propio corazón? Entremos en contacto Él que es quien le da verdadero sentido a nuestras vidas.








    A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: «No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, ¿les habría dicho a ustedes que voy a prepararles un lugar? Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde Yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy.» Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?»Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.» San Juan 14, 1-6




    Dios vive en nosotros



    Si abrimos el libro de la palabra de Dios, en las sagradas escrituras, en el Génesis y en el Apocalipsis, nos encontramos con un Dios que nos quiere tanto que se empeña en vivir con nosotros como en su propia casa. En el principio vemos a Jacob que contempla el cielo inmenso donde mora Dios, con los ángeles y ve como estos suben y bajan por la escalera que se pierde entre las estrellas.



    Dios tiene su casa en el cielo, pero el Apocalipsis, nos completa esa visión primera, el angel grita entusiasmado con vos poderosa cuando vio a la iglesia bajar del cielo toda resplandeciente, ésta es la casa de Dios en medio de los hombres. Ya no es el lugar donde habitan Tos ángeles, sino donde Dios decidió habitar haciéndose uno de nosotros, encarnándose en María, dándose a luz en Belén.Estas dos visiones la del principio, en la Biblia, y la del final, nos dan cuenta de una orientación para hablar de la casa de Dios, dónde y cómo encontramos a Dios, cuál es el lugar donde vive, dónde y cómo vive Dios junto a nosotros. Los hombres hemos mirado siempre a las alturas y hemos descubierto por instinto en ella a Dios, como algo que está mucho más allá y, esta perspectiva de trascendencia no nos resulta extraña, es mas nos familiarizamos con el más allá en nuestra intención de búsqueda y, descubrimos que históricamente, leyendo las historias de las religiones, que Dios que está lejos tiene vínculo con los hombres que peregrinan en la búsqueda, bajo cualquiera de las formas en que este Dios es representado, está cerca del hombre..



    Los hombres hemos mirado siempre las alturas y hemos descubierto por instinto allí aDios, pero nunca nos ha resultado del todo extraño, si fuera del todo extraño nos resultaría absolutamente imposible de pronunciar., sería extraño. El mismo Jesús se acomodó esta manera nuestra de pensar y nos dijo hablar del padre que estaba en el cielo y del cielo visible gobernado por el sol, y del firmamento estrellado, hemos pasado a colocar también en las alturas, el cielo dónde Dios se nos manifestará en gloria durante la eternidad.



    Aquella es la casa definitiva de Dios, decimos, pero como es que el Señor ha dicho que ha venido a morar entre nosotros, cómo es que lo definitivo se ha instalado en el medio nuestro. El Apocalipsis nos dice que la morada de Dios es la iglesia. De la cual el apóstol Pablo nos explica que se va construyendo con piedras vivas, hasta que queda rematado un edificio fantástico y del todo singular.



    El mismo apóstol dice que cada uno de nosotros somos la morada de Cristo, el cual vive en nosotros por la fe. Jesús nos precisó que cuando amamos a Dios, Dios viene a tomar posesión de nosotros y nos convierte en habitación suya,
    Fri, 26 Apr 2024 - 25min
  • 666 - Jesús, Mesías, hijo de Dios










    25/04/2024 – En el evangelio de San Marcos, a quien celebramos hoy, Jesús dice: “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.”¿Cuál es la buena noticia de San Marcos? Que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios.



    Entonces les dijo: “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.”El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará. Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán”. Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban. San Marcos 16,15-20.







    ¿Quien es Jesús?



    El evangelio de Marcos, tiene 16 capítulos y comienza así: “comienzo de la Buena Nueva de Jesucristo (Hijo de Dios)”.




    Desde el versículo uno la temática que plantea el texto es sobre la identidad mesiánica de Jesús. El contexto sociopolítico en el cual aparece el Señor es de presencia del imperio romano en todo el mundo por entonces conocidos, motivo por el cual, las expectativas de un mesías salvador, eran.



    El Maestro de Galilea conocedor de ese contexto, cuida muy bien que no se confunda su obra mesiánica con una dimensión solo temporal y circunscripta a su pueblo. Por eso a cada milagro que Jesús obra impone un silencio: “no lo digan a nadie”. Esa expresión se llama secreto mesiánico, tiene una sola finalidad evitar que se identifique su mensaje con la de un poderoso.



    Su mesianismo es el de la cruz y la humildad. El texto que revela esta posición de Jesús en el evangelio de Marcos, es el dialogo en Cesárea de Filipo. Allí Jesús plantea el tema del evangelio: “la identidad”: ¿Quién dice la gente que soy yo” . Ellos intentan recoger lo que se dice de Jesús y luego el Señor pregunta: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo” Ahí Pedro no sabe que está siendo movido por el Espíritu Santo y responde en nombre de todos. “ Tu eres el Mesías”.



    Esta respuesta atraviesa el corazón de un Pedro que no está convertido a los modos humildes y pobres de Jesús. Cuando el Señor explica su estilo mesiánico dice: “el Hijo del Hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los notables, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, que sería condenado a muerte y resucitaría a los tres días. Jesús hablaba de esto con mucha seguridad.”



    La identidad de Jesús su condición de Mesías, ejerce su poder desde la Cruz. De acá en adelante el que quiere seguirlo debe emprender ese camino discipular: “«El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga. El que quiera asegurar su vida la perderá, y el que sacrifique su vida (por mí y) por el Evangelio, la salvará. ¿De qué le sirve a uno si ha ganado el mundo entero, pero se ha destruido a sí mismo?



    Ahora la identidad de Jesús se proyecta sobre los que lo siguen: la cruz.



    Encontrar el camino de la Cruz como plenitud es un proceso.



    Previo al dialogo de Cesarea de Filipos Jesús cura a un ciego. Para que se produzca el milagro Jesús tiene que intervenir en dos oportunidades:



    “Cuando llegaron a Betsaida, le trajeron un ciego y le pidieron que lo tocara. Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera del pueblo. Después le mojó los ojos con saliva, le impuso las manos y le preguntó: ¿Ves algo? El ciego, que empezaba a ver,
    Thu, 25 Apr 2024 - 42min
  • 665 - Jesús, luz del mundo









    24/04/2024 – 📖𝗘𝗻 𝗝𝘂𝗮𝗻 𝟭𝟮, 𝟰𝟰-𝟱𝟬 Jesús se revela como la luz. En la adhesión de fe a Jesús, encontramos la claridad que estamos buscando.




    Jesús clamó diciendo: “El que cree en Mí, no cree en Mí, sino en Aquel que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Yo la luz, he venido al mundo para que todo el que cree en Mí no quede en tinieblas. Si alguno oye mis palabras y nos las observa, Yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvarlo. El que me rechaza y no acepta mi palabra, ya tiene quien lo juzgará: la palabra que Yo he hablado, ella será la que lo condenará, en el último día. Porque Yo no he hablado por Mí mismo, sino que el Padre, que me envió, me prescribió lo que debo decir y enseñar; y sé que su precepto es vida eterna. Lo que Yo digo,, lo digo como el Padre me lo ha dicho”. Juan 12,44-50








    Entre luces y sombras



    Estamos ante el epílogo de la vida pública de Jesús: es el último fragmento del «libro de los signos» de Juan. El propio Jesús dirige una clara y definitiva llamada a todos los discípulos para que orienten su propia vida en lo esencial con una adhesión convencida y vital a su Palabra.



    Recuerda Cristo que el objeto de la fe reposa en el Padre, que ha enviado a su propio Hijo al mundo. Entre el Padre y el Hijo hay una vida de comunión y de unidad, por lo que «el que crea» en el Hijo cree en el Padre, y «el que ve» al Hijo ve al Padre. Existe una plena identidad entre el «creer» en Jesús y el «ver» a Jesús, entre el «creer» en el Padre y el «ver» al Padre. Para el evangelista, nos encontramos frente a un ver sobrenatural que experimenta el que acoge la Palabra del Hijo de Dios y la vive. Cristo, es decir, la plena revelación de Dios, es el «rostro» de Dios hecho visible. Quien se adhiere a él reconoce y acepta el amor del Padre.



    Desde el Padre y el Hijo, pasa Juan, a continuación, a considerar «el mundo» en el que viven los hombres. Quien tiene fe en Jesús entra en la vida y en la luz. Ahora bien, la necesidad de creer en el Hijo y en su misión está motivada por el hecho de que él es «la luz del mundo» (Jn 8,12; 9,5; 12,35s). Quien acoge la luz de la vida escapa de las tinieblas de la muerte, de la incomprensión y del pecado, y se salva a sí mismo de la situación de ceguera en la que con frecuencia se encuentra el hombre. En efecto, el verdadero discípulo es el que cree, guarda en su corazón y pone en práctica las palabras de Jesús. Por el contrario, el que no cree permanece en las tinieblas



    Andar en tinieblas es Vivir sin un propósito. El que anda en en tinieblas “no sabe a donde va” (Juan 12:35)



    En la Exhortación Pastoral Evangelio Gaudium se advierte de alguna esta sombra en los agentes pastorales. Ahí afirma el Papa Francisco: “Hoy se puede advertir en muchos agentes pastorales, incluso en personas consagradas, una preocupación exacerbada por los espacios personales de autonomía y de distensión, que lleva a vivir las tareas como un mero apéndice de la vida, como si no fueran parte de la propia identidad. Al mismo tiempo, la vida espiritual se confunde con algunos momentos religiosos que brindan cierto alivio pero que no alimentan el encuentro con los demás, el compromiso en el mundo, la pasión evangelizadora. Así, pueden advertirse en muchos agentes evangelizadores, aunque oren, una acentuación del individualismo, una crisis de identidad y una caída del fervor. Son tres males que se alimentan entre sí.



    La cultura mediática y algunos ambientes intelectuales a veces transmiten una marcada desconfianza hacia el mensaje de la Iglesia y un cierto desencanto. Como consecuencia, aunque recen, muchos agentes pastorales desarrollan una especie de complejo de inferiori...
    Wed, 24 Apr 2024 - 48min
  • 664 - Llamados a ser discípulos









    23/04/2024 – Compartimos el evangelio de hoy, Juan 10,22-30, a Jesús le piden señales que corroboren que es el Mesías. 𝗦𝘂𝘀 𝗼𝗯𝗿𝗮𝘀, 𝗹𝗮 𝘂𝗻𝗶𝗼́𝗻 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹 𝗣𝗮𝗱𝗿𝗲 𝘆 𝘀𝘂 𝘁𝗲𝘀𝘁𝗶𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼, 𝗵𝗮𝗯𝗹𝗮𝗻 𝗽𝗼𝗿 𝘀í 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼, 𝘀𝗶𝗻 𝗲𝗺𝗯𝗮𝗿𝗴𝗼 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗽𝗲𝗼𝗿 𝗰𝗶𝗲𝗴𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗲 𝘃𝗲𝗿. ⁣




    Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón.Los judíos lo rodearon y le preguntaron: “¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente”.Jesús les respondió: “Ya se los dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una cosa”. San Juan 10,22-30.




    Discípulos del amor que da vida



    En el Evangelio de Juan, la revelación de Jesús llega a su mayor profundidad en la fiesta de la Dedicación del Templo. No solo es la puerta y el pastor, no solo esta mostrando ser el enviado de Dios, por las obras que hace. Su relación con el Padre Dios es de una misteriosa identificación: “el Padre y Yo somos uno”. Jesús va manifestando progresivamente el misterio de su propia persona hasta afirmar: El y yo somos uno.



    Algunos de sus oyentes no quieren creer en él. Y es la fe en Jesús lo que define si la persona tiene o no vida para siempre.



    La fe como adhesión a Jesús es por las obras de amor señales donde se ve la obra de Dios el Padre en la persona del Hijo.



    El pasaje del evangelio nos invita también a nosotros a renovar nuestra fe y seguimiento en la obra de amor de Jesús en la propia vida. ¿En que se muestra el amor de Jesús en la propia vida? ¿Cómo aparece su amor en lo concreto de mi vida? ¿Cómo me hago discípulo de ese amor concreto?



    Discípulos el amor que une



    El evangelio de hoy hace presente un rasgo de la propuesta de Jesús que atraviesa toda su doctrina: la unidad.



    La mas fuerte afirmación en este sentido se expresa en el último versículo del evangelio de hoy: “El Padre y yo somos una sola cosa”.



    Esta unidad es consecuencia del amor del Padre y el Hijo. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, las tres personas divinas, se definen desde la única lógica que da razón al ser divino: el Amor. Así se refiere Juan al misterio de Dios: Dios es amor.



    Quien cree en el Amor que propone Jesús como nueva ley, tiene vida. El que no adhiere a esta nueva doctrina que complementa y da razón a la antigua, muere. Lo que testifica que Jesús es el Mesías son sus obras, las que realiza en comunión de amor con el Padre.



    Estas obras si las entienden las ovejas, ellas escuchan la voz del Mesías y lo siguen participando de ese misterio de unidad divina: Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre.



    La unidad como misterio de complementariedad de lo diverso es fruto de una corriente de amor que hermana sin diluir lo que nos distingue. Los caminos de la unidad no son el resultado de una estrategia que lleva a limar las asperezas, a superar lo que nos diferencia, ni a eliminar lo que nos hace distintos.Los caminos de la unidad nacen en la Buena Noticia de Jesús, que anuncia el amor complementa los opuestos, hasta llevarnos a la máxima expresión incluir en el horizonte de lo amable a los enemigos



    Tue, 23 Apr 2024 - 51min
  • 663 - “Yo soy la puerta de las ovejas”









    22/04/2024 – En el Juan 10,1-10 Jesús dice “𝘺𝘰 𝘴𝘰𝘺 𝘭𝘢 𝑝𝘶𝘦𝘳𝘵𝘢, 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢 𝑝𝘰𝘳 𝘮í 𝘴𝘦 𝘴𝘢𝘭𝘷𝘢𝘳𝘢́”. Él es esa puerta que se abre delante de nosotros y nos trae ese escenario de esperanza que tanto necesitamos.




    En aquel tiempo dijo Jesús: “Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es el ladrón y bandido. Pero el que entra por la puerta del pastor de las ovejas, a este le abre el guardián, y las ovejas atienden a su voz, y el va llamando por el nombre a sus ovejas, y las saca fuera. Cuando sacando todas las suyas, camina delante de ellas y, las ovejas lo siguen porque conocen su voz. A un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él porque no conocen la voz de los extraños”. Jesús le puso esta comparación, pero ellos no entendían de qué les hablaba, por eso añadió Jesús: “Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas, todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos, pero las ovejas no los escucharon, yo soy la puerta, quien entra por mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos. Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundantemente”. Juan 10, 1-10




    Salir de la ceguera para encontrar la puerta.



    Un discurso dirigido a los judíos y fariseos. Ese discurso, que va del verso 1-10, están marcado por un episodio milagroso, un signo dirá Juan en su evangelio, el de la curación del ciego de nacimiento, que se narra en el capítulo 9, y por la referencia al mismo en el verso 21, esas palabras dice el verso 21 del capítulo 10, no son de un endemoniado.



    Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos. Esta expresión cierra, la disposición de nuestro pasaje en el contexto inmediato del evangelio. Juan 9, Curación del ciego de nacimiento. Juan 10, 1-10, Yo soy la Puerta, Juan 10, 11-18, Yo soy el buen Pastor, Juan 10, 19-21, referencia a la curación del ciego y a liberar de cualquier concepción falsa la persona de Jesús. El no es un demonio, un demonio no puede curar la ceguera.



    Quizás podríamos preguntarnos la importancia que puede tener que nuestro evangelio esté enmarcado en el episodio del ciego, pero es que tanto en el capítulo 9, como en el capítulo 10, Juan, la ceguera es el símbolo de la falta de fe de los fariseos, de su incapacidad de comprender y de su rechazo y resistencia a lo que Jesús viene ha revelar. En el capítulo 9, Jesús dice: “Yo soy la luz del mundo”. El ciego de nacimiento es curado, y cree en Jesús. Los fariseos por el contrario, resultan ser los verdaderos ciegos incapaces de creer, no pueden ver. El ciego ve, los que ven no ven.



    Esta contradicción pone a la luz que Jesús ha venido a traer una nueva manera de leer la realidad. En el capítulo 10, Jesús dice: “Yo soy la Puerta”, “Yo soy el buen Pastor”, pero se dice que los fariseos no comprendían. Como ya había aparecido esto en el capítulo 6, 6 de Juan, y como se repite a lo largo de todo el evangelio. Incluso piensan que está loco Jesús.Es más lo creen poseído por un demonio. No creen. Continúan estando ciegos. Es a esos personajes faltos de fe, judíos y fariseos, a quienes Jesús dirige la palabra de nuestro evangelio de hoy. En los versos 1,5, pone una comparación que los dirigentes judíos no entienden. Por eso en los versos, 7 y 10 Jesús tiene que explicarla. En qué consiste esa comparación, en primer lugar, en los personajes que aparecen en el verso 1 y 5, ovejas, ladrones, bandidos, pastor y portero.



    La puerta y el Pastor



    Qué personas están simbolizándose en estos personajes, para poder entender este mensaje bastante simbólico y profundo y concreto, al mismo tiempo con el que Jesús se comunica,
    Mon, 22 Apr 2024 - 49min
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