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Programa Especial

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RFI Español

La redacción de RFI en Español se moviliza para una cobertura especial de las noticias más candentes.

158 - 'Estoy acusada de delicuencia organizada': la periodista Marcela Turati, en la mira del Estado mexicano
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  • 158 - 'Estoy acusada de delicuencia organizada': la periodista Marcela Turati, en la mira del Estado mexicano

    Este 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa. RFI entrevistó a la periodista mexicana Marcela Turati, cofundadora del medio de investigación Quinto Elemento Lab, quien recibió en noviembre pasado el premio francés Anna Politovkaya-Arman Soldin al coraje periodístico.

    RFI: Tu trabajo se enfoca en los estragos sociales que ha causado el narcotráfico en México, pero también en cómo se ha contaminado en el Estado. En tu último libro, San Fernando, última parada, investigas sobre desapariciones, secuestros, fosas comunes en esta ciudad del estado de Tamaulipas. Esos 12 años de investigación, ¿a qué realidad te llevaron? 

    Marcela Turati: El libro que hice fue sobre estas masacres de migrantes que se ven tanto en muchas partes del país, pero especialmente en la frontera.  Lo que trata el libro es la impunidad en México y por qué tenemos una crisis humanitaria por desapariciones de personas. Tenemos más de 111.000 personas desaparecidas, la mayoría a partir de que se declaró esta llamada guerra contra las drogas en 2006. Hay muchos migrantes desaparecidos, asesinados. No sólo es el llamado crimen organizado, los cárteles de la droga. Los que cometen estas desapariciones y masacres también son apoyados muchas veces por policías municipales. El Estado tiene una fuerte intención de ocultar a las personas desaparecidas o no identificarlas, y por eso tenemos esta enorme crisis forense en México.

    RFI: El subtítulo de tu libro es “Viaje al crimen autorizado en Tamaulipas”. 

    Marcela Turati: No hay que echarle la culpa de todo al crimen “organizado” como si fuera algo separado del Estado. Muchas veces son las propia Fiscalía General de la República o las fiscalías estatales las que, al exhumar cuerpos en fosas clandestinas, pretenden ocultar la violencia volviendo a enterrar en fosas comunes, en cementerios y pues tenemos esta explosión de madres y de familias buscadoras por todo el país.  

    RFI: ¿Es una lucha que nunca acaba? 

    Marcela Turati: Con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador parecía que el tema de las víctimas de esta violencia se iba a tratar. Pero sabemos que hay más de 55.000 cuerpos en las morgues o enterrados por el Estado en fosas comunes. Entonces al menos la mitad de las personas buscadas están bajo tutela o pasaron por algún registro. Se hizo un mecanismo extraordinario de identificación forense, un centro de identificación humana, pero lo que estamos viendo al final del sexenio es que todos estos organismos han fracasado.

    RFI: En esas zonas donde el crimen organizado y sus aliados tienen a la población paralizada por el miedo, ¿cómo ha sido ese proceso periodístico para intentar romper el silencio de las fuentes de las familias? 

    RFI: Mi libro justamente habla de esta zona silenciada, San Fernando – casi llegando a Texas - que está controlada por los Zetas, pero también vemos que el presidente municipal sabía que todos los días detenían autobuses, bajaban a migrantes, a mexicanos y centroamericanos, y sabía que los estaban asesinando. Sabían como el ejército no hizo nada, la policía federal no hizo nada, la procuraduría, el gobierno estatal, todo mundo sabía que las carreteras eran peligrosas, que esta gente estaba reclutando personas para su ejército y no dejaba pasar migrantes porque tenía miedo que el otro cártel, el del Golfo, los fuera a reclutar. Nosotros trabajamos mucho en red: creamos una red de periodistas que cubren desapariciones, nos entrenamos en temas de seguridad,en temas digitales, en cómo hacer entrevistas de una manera sensible, y ahorita también estamos viendo el costo emocional de tantos años cubriendo estos testimonios. Hacemos estas redes de apoyo, de soporte, de sanación. 

    En mi caso, en la investigación me di cuenta que la procuraduría me metió en el la misma investigación de los Zetas, como si fuera corresponsable. Estoy acusada de secuestro y delincuencia organizada. La abogada de las víctimas de las familias centroamericanas, la directora del equipo argentino antropología forense y yo estamos en un expediente que estaba oculto. Nos acusaban de secuestro y delincuencia organizada para poder, sin tener que pasar por un juez, hacer seguimiento de con quién hablamos, a dónde fuimos. Esa investigación sigue abierta.

    RFI: Así te diste cuenta que tú te habías convertido en un blanco... 

    Marcela Turati: Estoy en el expediente junto con los Zetas y con la policía municipal, y todos como si fuera parte de las hechoras de estas fosas que estaba investigando. Mi amigo periodista John Gibler dice que en México es más peligroso investigar un crimen que cometerlo. Vemos esta criminalización. Se investiga a quién investiga. México es uno de los casos donde los periodistas somos blancos de Pegasus, el malware este israelí para saber de nuestras comunicaciones. 

    RFI: Te enteraste que tu móvil había sido espiado por este programa de espionaje Pegasus a nivel estatal. En México se destapó hace unos años que tú y otros periodistas habían sido el blanco de ese espionaje.  

    Marcela Turati: Veintitantos periodistas y no, no sabemos cuántos más activistas defensores de derechos humanos. En mi caso fue en los años que cubría Ayotzinapa, o sea, las investigaciones de dónde están estos muchachos que siguen desaparecidos. 

    RFI: ¿Cómo pudo comprometer, por ejemplo, tus fuentes? 

    Es muy fuerte. Yo también quedé muy sorprendida, triste. Triste, asustada, enojada, bueno, todo tipo de emociones. Perdí muchas fuentes gubernamentales. Siempre hay gente en los gobiernos que no está de acuerdo, que quiere hacer las cosas bien. Ellos ya obviamente no me contestan. Las familias de las víctimas, como están en el mismo riesgo y necesitan urgentemente hablar, me siguen llamando, me siguen buscando. Por otro lado, con muchos otros periodistas, nos organizamos siempre cuando hay periodistas en riesgo, cuando hay que sacar a alguien del país alguna emergencia, hablamos a la ONU y a las organizaciones. No sabemos el grado de afectación que hubo, porque pues eso está en nuestras comunicaciones diarias.  

    Hay muchos otros malwares, quizás no tan costosos, pues que se aplican a otros periodistas. También sufrimos la fábrica de bots que se creó desde la Agencia Estatal Notimex, que atacaba a periodistas. Más los riesgos en trabajar en campo en estas zonas silenciadas. 

    RFI: Con 37 periodistas asesinados, algunos otros desaparecidos en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, ¿qa qué le tienes más miedo en tu cobertura cuando estás en el terreno? 

    Marcela Turati: Depende de la zona, depende de lo que esté haciendo.En la sierra Tarahumara, zona montañosa, voy y entrevisto a alguien y esa persona recibe una llamada. Es gente que la está viendo desde fuera y que le dice: ‘Te estamos viendo, deja de hablar y dile a la reportera que se vaya’. Es el crimen organizado, pero todo ya tiene que ver con la narcopolítica. Hablaba con una periodista que me dijo que la habían secuestrado en Tamaulipas y que cuando el director de su medio le habló a un político la soltaron. 

    Los periodistas, además de ser corresponsales de guerra sin salir de México, nos convertimos en activistas y también tenemos que marchar por la libertad de expresión, pedir justicia por los compañeros que han sido asesinados o desaparecidos, u organizarnos para protestar por el último asesinato que fue la semana pasada. 

    RFI: Andrés Manuel López Obrador se alista a dejar el poder. En su sexenio hemos visto bastantes ataques a la prensa, incluso casos de filtración de periodistas al público. ¿Cómo ha sido ese clima? 

    Marcela Turati: Ha sido muy fuerte. Primero este mensaje diario a la población de que los periodistas son enemigos, que si investigan es porque están contra el pueblo. Es un Presidente que tiene mucha popularidad. Ha mostrado la declaración de impuestos patrimonial de periodistas y exhibido el celular de la corresponsal del New York Times porque no le gustó lo que publicó.  

    Por ejemplo, una amiga no que cubría al ejército. En algún momento hizo una investigación buena sobre el ejército. La militarización es un gran tema estos años: como ha ido avanzando con este gobierno que se dice izquierda. La exhibieron y eso psicológicamente es muy duro. La gente te dice que eres una mentirosa y no tienes ni derecho de réplica. En el Quinto Elemento Lab, el laboratorio que fundamos, hacemos una convocatoria cada año de temas difíciles para investigar y lo que vemos es que los últimos años las propuestas dejaron de ser sobre la militarización. Hay miedo. 

    RFI: Con estas elecciones el país se prepara a elegir muy posiblemente a una mujer presidenta, entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, ¿hay espacio en esta campaña para hablar de la seguridad de los periodistas? 

    Marcela Turati: Ya normalizamos los asesinatos de periodistas y la misma gente dice, bueno, pues si en México matan a tantas personas, matan a policías. Esta campaña ha sido la más sangrienta de los últimos años. De la misma forma que se ha normalizado tristemente la violencia, las desapariciones, el desplazamiento de personas. Pero la violencia va cambiando y va afectando diferentes niveles, diferentes lugares, y esto no tendría lugar si no hubiera estos mecanismos de la impunidad tan aceitados que permiten que esto ocurra. 

    Thu, 02 May 2024
  • 157 - Genocidio en Ruanda: 'Hay acusaciones gravísimas contra Francia'

    Se cumplen 30 años desde que inició el genocidio en Ruanda, en abril de 1994. Más de 800.000 personas de la etnia tutsi y opositores al gobierno fueron masacrados en pocos meses por pedido de las altas esferas del gobierno y del ejército ruandés, apoyados por milicianos y civiles de la etnia hutu. RFI entrevistó a Silvia Perazzo, especialista de África contemporánea y autora de Colonización y descolonización en Ruanda

     

    RFI: Tras el exterminio se constituyó un Tribunal Penal Internacional para Ruanda. 30 años después, ¿qué logró la justicia internacional? 

    Silvia Perazzo: Lo que queda ahora del tribunal internacional para Ruanda es un mecanismo residual encargado de encontrar a los responsables que aún no han sido juzgados.  

    Este fue el primer intento de la comunidad internacional de juzgar crímenes de lesa humanidad que no se hubieran juzgado en el territorio ruandés.  En ese sentido es pionero de lo que va a ser la la Corte Penal internacional que, cuando sucedió el genocidio, todavía no existía. Hubo perseguidos que no eran tan responsables y muchos responsables que se liberaron. 

    Si ves la lista de los que fueron juzgados, que son más de 80, y los que finalmente fueron condenados, fue poco. Quienes lo ejecutaron y lo planificaron eran gente muy joven. En este momento tienen entre 60 y 65 años y ya están casi todos libres. Solo tienes un condenado que ahora está cumpliendo prisión. Es Hassan Ngeze, director del periódico Kangura (que sirvió para propagar el odio hacia los tutsis). 

    RFI: Este tribunal condenó a los dos tercios de los imputados básicamente. ¿Quiénes además siguen por fuera de la justicia? 

    Silvia Perazzo:Gran parte de los que planearon el genocidio huyeron a Europa. Primero huyeron a distintos estados de África: Tanzania, Kenia, Senegal y demás. La mayor parte logró huir a Europa. Faltan algunos responsables: falta la plana media en realidad, lo que sería la mediana burocracia, la medida de administración, los que eran burgomaestres y los que eran prefectos.  

    Hay decenas de reclamos. Además, de Ruanda se fugó mucha gente también con mecanismos bastante controversiales. Por otro lado, el actual gobierno del presidente Paul Kagame, que se considera terminó el genocidio, hizo juicios sumarios. Condenó a muerte a muchas personas, y hubo los tribunales comunitarios tradicionales de ‘Gacaca’. Pese a tres mecanismos distintos judiciales, quedan muchos culpables por encontrar. 

    RFI: Las asociaciones de víctimas consideran que hay entre 100 y 300 fugados aquí en Francia. ¿Cómo se pueden haber fugado estos responsables y sobre todo haberse mantenido escondidos en el país 30 años? 

    Silvia Perazzo:Cuando el Frente Patriótico Ruandés (FPR) de Kagame toma el poder, hay un éxodo masivo de dos millones de personas, de las cuales la mitad huyó al Congo, por miedo a las represalias, por miedo a la posibilidad de un genocidio invertido.  

    Entre esa población, se colaron muchos responsables para llegar a Europa. Hay una crítica muy fuerte al gobierno francés, porque siempre se dijo que la “operación Turquoise” se hizo para exfiltrar a los genocidas, entre ellos al coronel Théoneste Bagosora, que falleció en el 2021, pero que era uno de los condenados por el tribunal penal internacional.  

    Hubo cierta responsabilidad del gobierno francés en la huida y de otros gobiernos africanos. En menor medida se cree que están en España. Pero sobre todo en Francia y Bélgica. Les ayuda el idioma y los vínculos estrechos que Francia tenía con el gobierno de Ruanda. Una vez llegados a Europa se cree que cambiaron la identidad y se han como colado en la vida cotidiana francesa. No se descarta cierta connivencia de parte de la burocracia francesa para que puedan seguir viviendo. 

    RFI: ¿Francia está amparando algunos de estos fugados? 

    Silvia Perazzo: Ninguna persona puede huir y ocultarse por 30 años si no tiene cierto amparo de algunos niveles de la administración burocrática. No necesariamente de la presidencia actual de Francia.  

    Sí es verdad que el presidente François Mitterrand tuvo cierta responsabilidad para para el amparo de los genocidas. Después todo se diluye en el tiempo. Francia tiene una responsabilidad innegable. Hay muchas condiciones de víctimas, hay muchas comisiones de investigación. Las asociaciones de derechos humanos han puesto el foco en esto, reconstruyendo hacia atrás no para ver cómo lograron entrar, cuándo, por dónde, con qué documentos.   

    Francia tiene muchos expertos en Ruanda que han realizado investigaciones muy buenas. Así que si hay voluntad política es probable que siga habiendo gente colaborando con la justicia internacional. 

    RFI: Desde 2019, la Fiscalía antiterrorista de Francia está encargada de las investigaciones en torno al al genocidio en Ruanda y los individuos que están aquí. Se ha identificado al menos a 35 presuntos responsables y solo se condenado a 6 Francia. ¿París está tomando responsabilidad al procesar a estos individuos? 

    Silvia Perazzo: Hay un cambio de postura de Francia respecto a toda esta cuestión, desde hace unos 10 años aproximadamente. Macron ha visitado Ruanda no desde el lugar de quién va a defenderse de lo que dicen, sino del lugar de quien reconoce errores. 

    Si bien como dijo él hace unos años, “no se puede pedir perdón de Estado a Estado” - en mi parecer un giro lingüístico - sí reconoció el papel que tuvo Francia tiene dentro del genocidio. Esto está plasmado en testimonios y en fotos. En el 2020 se evidenció una comunicación mucho más fluida entre Ruanda y Francia. Se encontró a Félicien Kabuga, uno de los grandes responsables del genocidio en un barrio de las afueras de París. Fue uno de los que financiaba la compra de armas y los medios de odio. Cuando hay voluntad política esto se puede hacer. 

    RFI: El año pasado, 21 ruandeses junto a algunas asociaciones pidieron reparación vía la justicia al Estado francés por su responsabilidad durante el genocidio. ¿De qué se le acusa a Francia por su actuación hace 30 años? 

    Silvia Perazzo: Hay varias cuestiones. Primero, durante los cuatro años de guerra civil que preceden al genocidio, o sea entre 1990 y 1994, de haber entrenado a las milicias del Movimiento Revolucionario Nacional para el Desarrollo y la Democracia (MRNDD), el partido gubernamental en ese momento del presidente Juvenal Habyarimana. Se le acusa de haber financiado la compra de armas y facilitado logística para poder empezar a hacer las primeras masacres de tutsis.  

    Después se le acusa de haberle dado un paraguas internacional a Ruanda como para que esto pasara desapercibido y, sobre todo, la estrategia de la desinformación sobre todo en los organismos internacionales y especialmente en Naciones Unidas. Francia subrayó la responsabilidad exclusiva del Frente Patriótico Ruandés (de los tutsis).  

    En este sentido, amparó a los que después hicieron el genocidio y frenó, por ejemplo, el tratamiento de esta cuestión en forma profunda en el Consejo de Seguridad de la ONU.  

    Cuando estalla el genocidio, es responsable de que no se haya mandado refuerzos a la UNAMIR, la misión de Naciones Unidas que se desplegó en Ruanda, aunque es discutible que hubiera podido hacer algo frente a semejante grado de violencia. Estamos hablando de 10.000 personas asesinadas por día, más o menos unas 1.200 personas por hora.  

    Pese a haber frenado estos intentos, sí realizó operaciones especiales para poder salvar a sus connacionales, dejando y entregando la muerte a muchos tutsis que habían colaborado con la embajada francesa. 

    Francia también es responsable de haber podido exfiltrar parte del entorno del presidente Habyarimana, como la viuda y algunos de sus hijos, y no haber hecho nada, por ejemplo, por los hijos de la primera ministra que fue asesinada en la madrugada del 7 de abril.  

    Francia estuvo a cargo de la “operación Turquoise”, que en vez de frenar el genocidio exfiltró genocidas. Más aún, favoreció la matanza de las colinas de la resistencia en Bisesero. Están todas las pruebas que responsabilizan las tropas francesas de haberle dado a los hutus genocidas la ubicación de tutsis que resistían desde hacía meses, escondido en árboles y en hoyos abajo de la tierra. Fueron encontrados por soldados franceses, denunciados al día siguiente y eliminados por los hutus. Las acusaciones son gravísimas. 

    Fri, 05 Apr 2024
  • 156 - ‘Mañana continúa la lucha’, dice a RFI la viuda de Martín Almada, María Stella Cáceres

    El periodista, pedagogo y activista Martín Almada, ganador del premio Nobel Alternativo por haber descubierto los llamados “Archivos del Terror” de la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay, falleció el pasado 30 de marzo a los 87 años. RFI entrevistó a su viuda, María Stella Cáceres, quien nos habla de su lucha incansable.

    Luchador incansable por los derechos humanos, Martín Almada nos dejaba a la edad de 87 años en la ciudad de Asunción. Abogado y pedagogo, Almada había sido apresado el 26 de noviembre de 1974 por el régimen de Alfredo Stroessner (1954-1989), que lo liberó en 1977, cuando salió asilado hacia Panamá y posteriormente a París, donde trabajó para la Unesco. Volvió a su país en 1989, después de la caída de la dictadura. Tres años más tarde destapaba los “Archivos del Terror”. Un hallazgo fundamental para revelar el entramado que existía en las dictaduras militares de la época en Chile, Uruguay, Argentina y el propio Paraguay. De ese modo se revelaba el denominado “Plan Cóndor” en el que los dictadores de estos países establecieron la detención ilegal de activistas políticos en la región.

    Para honrar y despedir a Martín Almada, RFI contactó con su viuda María Stella Cáceres, quien actualmente dirige el Museo de Las Memorias: Dictadura y Derechos Humanos, impulsado por la Fundación Celestina Pérez de Almada, creada en honor a la primera esposa de este luchador social.

    Una lucha aún vigente

    “Soy María Estela Cáceres, argentina que compartió la lucha de Martín Almada desde 1985. Así que fue la lucha del exilio y la lucha de la resistencia y la lucha contra la impunidad. Y nos tenemos que quedar con una agenda de trabajo para seguir por memoria, verdad, justicia y reparación. Él ha partido físicamente, pero queda todo su trabajo y una agenda de la que me hago cargo, como siempre, en compañía de muchos luchadores de todo el mundo. Él luchó por la libertad de expresión que yo compartí, porque soy periodista profesional, historiadora, socióloga, y tenemos esa gran tarea, la libertad de Assange, la libertad de expresión, y el tema de la libertad del pueblo palestino. Todo lo que sea por la paz, por las libertades, por los derechos humanos”, expresa María Stella Cáceres.

    “Él luchó desde el primer día hasta el último día, hasta el último día. Sólo terminó cuando el aire se le terminó, y queda su enorme tarea. Así que este es un momento apenas de descanso, de paréntesis, pero mañana continúa la lucha. Y sobre todo, a él le preocupaba que los jóvenes y las jóvenes en lenguaje inclusivo pudieran interesarse y se interesen por la historia, por las raíces de los pueblos, las raíces culturales, los valores, los valores que sostuvo la UNESCO para la democracia. Y él siempre repetía la frase fundacional de la UNESCO: son los niños, las nuevas generaciones en las que hay que poner el énfasis para que en esas mentes puedan nacer las ideas de la paz, de la convivencia, del cuidado del medioambiente”, recalca la viuda de Martín Almada.

    Los “Archivos del Terror”, ¿un descubrimiento?

    Sobre el tema de los “Archivos del Terror”, precisa que “como historiadora, no hablo de ‘descubrimiento’: hablo de campaña, fue un hallazgo en la campaña contra la impunidad. Y al hablar de campaña hablo de la totalidad de su vida y de su lucha. Porque no fue la lotería, no fue una sorpresa, fue la empecinada lucha por encontrar la verdad sobre la muerte de su esposa, sobre todas las desgracias, los desaparecidos y los compañeros de lucha con los que convivió y con los que estuvo”.

    “Entonces ese hecho, cuando presentamos el primer habeas data, lo hizo como una gestión más, porque en el juicio que empezamos en el 89 estaba estancado pese a dos pedidos de extradición del dictador genocida. Y entonces era un recurso, un avance en los derechos humanos, en la justicia transicional. Y él supo aprovechar cada espacio que se le brindaba para seguir buscando la verdad. Y cuando la encontramos, porque yo participé de todo ese proceso, pudo llevar estos documentos a todos los tribunales en los que se podían abrir”, agrega.

    Sobre sus vínculos con Francia y RFI

    “Así estuvo en Francia varias veces y Francia también fue muy agradecida con él. Le brindó dos premios, le brindó el espacio para representar a América Latina en aquella conferencia internacional de celebración de los 70 años de la Declaración Universal”, explica María Stella Cáceres. Francia fue el espacio de exilio y también el espacio de muchas realizaciones para Martín Almada. Así que agradezco en su nombre todos los que le brindaron la solidaridad, los amigos fieles que encontró y los compañeros de lucha”, insiste.

    “Agradezco esta oportunidad de expresar, aunque sea con esta emoción, porque él amó mucho a Radio Francia Internacional, valoró su trabajo, aprendió gran parte del francés escuchando esa maravillosa radio y disfrutó de la profesionalidad de su equipo y agradeció el espacio que le brindaron siempre para difundir las luchas por los derechos humanos. Así que una inmensa gratitud a quienes, cuando nadie quería, nadie conocía a Paraguay, le abrieron las puertas para que él pudiera hablar”, enfatiza la historiadora.

    “Esa ha sido siempre mi bandera antes de unirme a su vida y ha sido la bandera que hemos compartido y seguiremos, y la que nos da fuerza para continuar, porque es un tiempo tan difícil que uno no puede sentarse a llorar. Hay que actuar, hay que salir a las calles, hay que promover las expresiones y defender las culturas, y defender nuestras raíces, y defender nuestra causa mayor que es el planeta, la Tierra. ¿Qué más se puede decir? Él nos seguirá alentando, alentando desde todo punto de vista. Nos deja una tarea inmensa y seguiremos así”, concluye María Stella Cáceres.

    Tue, 02 Apr 2024
  • 153 - Manouchian, la lucha de los resistentes extranjeros por Francia

    Los restos del resistente y poeta armenio Missak Manouchian entran este miércoles al Panteón nacional francés, cuando se cumplen 80 años de su fusilamiento a manos de los nazis.

    Por primera vez en la historia de Francia, un resistente extranjero, Missak Manouchian, grabara su nombre y el de sus camaradas de armas en el mármol del Panteón nacional francés. El templo reservado a los “hombres ilustres” recibe sus restos junto a los de su esposa Mélinée, 80 años después de que fuera ejecutado en el Mont Valérien, cerca de París.

    Ese 21 de febrero de 1944 Missak Manouchian fue fusilado por los alemanes, acusado de pertenecer al FTP-MOI, una unidad armada de la resistencia comunista contra la ocupación nazi. Los miembros más destacados de esa guerrilla eran los 23 del grupo que pasó a la historia como el grupo Manouchian, formado por extranjeros y judíos. Sus nombres se convirtieron en una leyenda cuando los nazis imprimieron el famoso “Affiche rouge”, un cartel rojo que los catalogaba como “un ejército del crimen”.

    Manouchian era de Armenia. Se había refugiado en Francia en 1925 luego de huir del genocidio armenio. Era poeta y trabajaba como obrero para subsistir. Pero al comprometerse con la resistencia, entregó su vida por los ideales de libertad.

    En este programa conversamos con el historiador español Miguel Ángel Ruiz, profesor de la Universidad de Zaragoza.

    Wed, 21 Feb 2024
  • 151 - Ruth Baza: ‘Lo que me sucedió con Depardieu fue una violación’

    Radio Francia Internacional conversó con la periodista española que interpuso en diciembre una denuncia contra el actor francés por violación. La agresión habría sucedido en 1995 tras una entrevista en París. Con ésta suman tres acusaciones por violación contra Depardieu.

    Se ha pasado a llamar “el caso Gérard Depardieu”. Se trata del expediente judicial abierto en contra del conocido actor francés, quien ha sido acusado por varias mujeres de violación y agresiones sexuales. Pero este caso, no es solo jurídico. Se convirtió en un escándalo social y mediático tras la difusión en diciembre pasado de un amplio reportaje de la televisión pública francesa. En ese reportaje se ve al actor durante un viaje a Corea del sur, tratando a mujeres y niñas con comentarios obscenos y actitudes misóginas y vulgares.

    Antes de la difusión de este reportaje, Depardieu ya había sido acusado ante la justicia. En 2018, la actriz Charlotte Arnoult lo acusó de haberla violado y acosado sexualmente. En septiembre de 2023, otra actriz Hélène Darras, interpone una denuncia por agresión sexual contra Depardieu.

    A esto se suman las acusaciones de 13 mujeres contra la estrella del séptimo arte, hechas públicas por Mediapart, un periódico digital francés. Eso fue en abril del 2023. Esa noticia sacudió a otra mujer, Ruth Baza, una periodista y escritora española que había entrevistado a Depardieu en 1995 en Paris. Ella tenía entonces 23 años, y el actor 46. Ruth Baza ha denunciado ante las autoridades que esa entrevista terminó en violación, una agresión que ella olvidó durante casi 29 años, pero que estaba registrada en su diario íntimo Ruth Baza compartió su testimonio con Radio Francia Internacional.

    El caso Depardieu ha causado gran conmoción en Francia y polarizado el mundo del cine. Muchos aseguran que el comportamiento de Depardieu con las mujeres era algo conocido el medio y que nadie se atrevía a desafiarlo, dada la importancia del personaje. Ruth Baza de su lado, invita a romper la cultura del silencio.

    Thu, 08 Feb 2024
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